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ATILRA: Paritaria cocinada a fuego lento y en silencio

Objetivo cumplido por la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera, ante industriales que cedieron el 15 por ciento anual de suba. Todo está dado para que el banquete salarial se sirva en mayo y esta vez no haya tanta controversia a la hora de homologarlo ante el gobierno.

Una vez más y casi por fuera del Ministerio de Trabajo, ya que las reuniones formales retomadas después de años están en pausa, la paritaria lechera ya se cocinó.

No fue en un primer hervor, sino que en un puchero bien adobado, una vez más las industrias resignaron su porción.

Se sabía que con la idílica meta inflacionaria del 15 por ciento los lecheros no iban a aceptar menos, ante una propuesta de nueve puntos porcentuales insistentes, pero a la vez inconsistentes.

Los negociadores de la industria no supieron aprovechar el momento de mayor debilidad del gremio. Con Héctor Ponce investigado por la justicia, sospechado de enriquecimiento ilícito, involucrando a su familia también en la causa. Además del pulgar hacia abajo por parte del Gobierno, que a través de la voz del propio Mauricio Macri pretendía una paritaria en cero, ninguno se animó a poner un freno.

Desde siempre Atilra cumplió con sus deseos numéricos y creció, tanto en beneficio de los trabajadores, como en el peso dentro de la cadena lechera. Post conflicto campo-gobierno en 2008, con el guiño del kirchnerismo en el poder, se instauró el fondo solidario y a la vez se multiplicaron las instalaciones gremiales, así como los métodos de apriete tan temidos por todos y cada uno de los industriales que no fueron firmes en esta negociación iniciada con el año y que pretendía quedar en el nueve por ciento. La Serenísima acaba de padecer unas cucharadas de ese condimento en Trenque Lauquen.

Claramente, el punto clave estuvo una vez más en el famoso aporte solidario. Vencía en diciembre, pero este año se seguirá pagando con total fluidez, en las grandes industrias seguirán los 1.500 pesos extra y en las pymes 750, con juicios resignados y con un flujo de dinero directo al gremio, que aún no termina de explicar la consecuencia en el afiliado. Esta clave la habíamos adelantado en este espacio y se cumplió más allá de las molestias manifiestas de Atilra sobre el caso.

En la olla del éxito, que el miércoles 25 seguramente será aprobada por delegados en Sunchales, que volverán a reunirse allí luego de los allanamientos y aquel acto de apoyo a Ponce en febrero, tiene ingredientes tales con nueve por ciento de aumento retroactivos a enero y otros seis más de ajuste en setiembre, sin cláusula gatillo.

Todo está dado para que el banquete salarial se sirva en mayo y esta vez no haya tanta controversia a la hora de homologarlo ante el gobierno.

Por:  Elida Thiery/EDairyNews