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Se proyecta que en esta campaña triguera crecerá el uso de tecnología

Un experto de la Bolsa porteña anticipa que aumentará un 14% la inversión en la nutrición del cultivo si “las lluvias acompañan y no complican la logística”.

Las buenas expectativas productivas y el escenario climático estimulan a no jugar a la defensiva y salir a buscar buenos rindes y calidad.

Ya se palpita una nueva campaña de trigo y cebada con muy buenas perspectivas productivas. Así se percibió en la jornada “A Todo Trigo”, que se realizó, recientemente, en Mar del Plata.

“La perspectiva general de tecnología indica que habrá un aumento leve, que estará traccionado, principalmente, por el crecimiento del área”, sostuvo Juan Brihet, coordinador Investigación y Prospectiva Tecnológica de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

El referente de la Bolsa porteña destacó tres puntos principales: la cantidad de semillas, fertilizantes y fungicidas que se aplicaron durante el ciclo 2017/18 y las estimaciones para este ciclo en trigo y cebada.

En el primero de los casos, el especialista aseguró que el año pasado se usaron 692 millones de kilos y para este ciclo, con la expectativa que crezca la superficie y alcance las 6,1 millones de hectáreas, traccionaría un 8% el uso de semillas, lo que significa inversiones por U$S 279 millones.

En lo que respecta a la aplicación de fertilizantes para la fina, la campaña anterior cerró en 1,2 millones de toneladas, un 10% mayor en relación a la campaña 2016/17. Y para este año se prevé otro crecimiento, sin embargo, está condicionado por dos escenarios posibles, según Brihet.

Por un lado, si las precipitaciones continúan pero complican la logística, el auge sería de un 9% en el volumen de fertilizantes. En cambio, si las lluvias acompañan y no complican la logística, el aumento de esta práctica alcanzaría un 14%.

Por último, otro aspecto a destacar es la utilización de fungicidas en trigo y cebada que se dio en la campaña previa. Cerró con un volumen muy alto de 3,6 millones de litros de fungicidas, el doble de la 2016/17. “Fue un año atípico”, explicó.

Por Esteban Fuentes