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Por menores márgenes de exportación, podría agravarse la crisis láctea

Durante el mes de octubre, el indicador de margen bruto de una operación de venta al exterior de leche en polvo, que elabora la Fundación Mediterránea, se ubicó por debajo del 30% que significa “un umbral crítico”.

Un informe de la Fundación Mediterránea, elaborado por los economistas Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre, refleja la situación de crisis por la que atraviesa la cadena láctea de nuestro país y los escenarios posibles de los próximos meses, fundamentalmente para el eslabón primario de la cadena, es decir la producción.

En la actualidad, la exportación, “es el único eslabón que empuja en la dirección correcta a la cadena”, comentaron los economistas, y presentaron datos oficiales y estimaciones privadas, que muestran que en octubre se exportaron productos lácteos por una suma equivalente a 226 millones de litros de leche cruda, un volumen que es un 80% más alto si se realiza la comparación interanual.

Pero en relación a la sostenibilidad del proceso, octubre encendió algunas alertas. Según estadísticas de la Fundación Mediterránea, se generó una reducción de los márgenes de exportación: los márgenes brutos se ubicaron por debajo del 30%, que es para los especialistas un umbral crítico, debido a una baja de los precios internacionales, retroceso del dólar, suba de los precios de la leche cruda, el regreso de las retenciones y una menor tasa de reintegros. “En este escenario el proceso exportador perdería fuerzas y podría continuar creciendo solamente a costa de mantener estabilizado el precio de la leche cruda, lo que no sería una situación confortable para la ecuación de los tambos, ni mucho menos para un desarrollo armónico y sostenible de la cadena láctea”, explicaron los economistas.

Otros eslabones

En el sector de la producción, hay proyecciones de la Fundación para el presente año que terminará mucho mejor en cantidad de leche producida, con un crecimiento de la misma del 5,6%, pero la crisis de los tamberos no se detiene. Si bien el precio de la leche cruda se encuentra en recuperación, los datos de la entidad sostienen que los tambos tendrán un deterioro en su rentabilidad en el ciclo 2018/2019, en relación a los dos últimos ciclos, “quedando incluso en terreno negativo la rentabilidad en establecimientos de productividad baja”, explicaron los economistas.

Estas proyecciones se refieren a rentabilidades teóricas, bajo condiciones climáticas y productivas normales, que podría no ser el caso de muchos estabelecimientos que sufrieron los efectos de la sequía, y por tal motivo, están afectadas sus provisiones de alimentación para el ciclo.

A modo de ejemplo, el informe comenta la situación de un tambo en Brinkmann, con una producción diaria de 2945 litros por días y con 155 vacas de ordeñe, lograría un ROA (Retorno de Inversión) negativo del -0,5%, con un escenario base de precios de leche cruda para junio del próximo año de $11,43 el litro. Pero además, el informe alerta que si el sendero de precios es más pesimista y se ubica a junio de 2019 en $10,35, la rentabilidad sería aún más negativa (-4,2%). En el único caso que la rentabilidad sería positiva, en el orden del 3,1%, es con un precio en $12,50.

En el caso de un tambo en la zona de Villa María, con una producción diaria de 5.060 litros por día y 230 vacas de ordeñe, la rentabilidad que se proyecta es levemente positiva (+1,9%) bajo el escenario base de precios de leche cruda y suponiendo, que podría deteriorarse si el sendero de precio es menos alcista (-2,2%) o ampliarse en el caso que sucediera lo contrario (+5,9%)

Por otro lado, la caída del poder adquisitivo del salario de la población y la menor actividad económica, también impacta en la cadena láctea, ya que hay un deterioro importante en la capacidad de consumo de las familias. Los economistas de la Fundación comentaron que la coyuntura “es compleja”, y agregaron, “la cadena debe ir superando la transición con un margen de maniobra muy estrecho, que pone límites a la hora de trasladar aumentos de costos a los precios de venta”, explicaron Garzón y Torre, quienes además comentaron que la cadena de lácteos perdió un 8,6% de su poder de compra en los últimos doce meses, “es decir, en este período los precios de los lácteos no lograron, en general, seguirle el ritmo a la inflación”.

Por último, para la industria quesera el 2018 representará un año con una rentabilidad aún más ajustada que la ya reducida tasa de retorno del año pasado. Los precios de los quesos, a salida de fábrica, han perdido casi todo el año contra la inflación y contra la leche cruda, “no hay buenas noticias en este segmento de productores industriales, con problemas muy similares a otros actores de la cadena láctea”, aseguraron desde la Fundación Mediterránea.

Fuente: Infobae