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Las exportaciones de lácteos crecieron 80% y representan casi el 20% del ordeñe

En octubre, las exportaciones argentinas de lácteos repuntaron: crecieron un 80%, respecto al mismo mes del año pasado, y equivalieron a 226 millones de litros de leche cruda, según un estudio del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea.

El dato surge de un informe de la Fundación Mediterránea que compara las ventas globales de octubre contra el mismo mes del año pasado.

“Hay que retroceder hasta octubre de 2015 para encontrar un flujo de similar magnitud. En los últimos tres meses la colocación de productos en los mercados externos representa, aproximadamente, el 19% de la leche cruda producida en el país”, destacan Juan Manuel Garzón y Nicolás Torre, los autores del informe. Este es un dato que marca que hasta octubre las exportaciones se incrementaron como destino de la producción local.

“La recuperación de márgenes del sector exportador explica el crecimiento de los envíos. A mediados de 2018, el margen bruto de una operación de exportación de leche en polvo entera era equivalente al 50% del costo de la leche cruda incorporada, un porcentaje muy superior respecto del que se tuviera en los dos años previos”, precisa el estudio.

Pero en octubre se encendió una luz de alerta, el indicador de margen bruto, que elabora el Ieral, se ubicó por debajo del 30% (umbral crítico) por la combinación de tres factores: la baja en la cotización internacional de los lácteos, el retorno de los derechos de exportación y la reducción de los reintegros a las ventas globales.

“En septiembre de 2018, el gobierno nacional, urgido por una situación fiscal crítica, decidió volver a aplicar derechos de exportación sobre todos los productos que Argentina envía al exterior, incluyendo los lácteos. De esta manera, los lácteos vuelven a tener derechos de exportación, después de casi 10 años de no ser alcanzados por este nocivo impuesto”, explican Garzón y Torre.

Se estima que la recaudación (neta) que logra el gobierno a partir de los envíos de lácteos (descontando reintegros) alcanzó, aproximarse, los 25 millones de dólares en los últimos 4 meses de año.

“Suponiendo que la incidencia del impuesto recayese completamente en el primer eslabón de la cadena, los tambos estarían resignando $ 0,24 por litro de leche producido. Pero a ese número hay que compararlo con el ahorro que le significa al eslabón primario el impacto de las retenciones en en los principales insumos de alimentación (maíz y harinas proteicas), a los efectos de determinar el resultado neto de los derechos de exportación”, reconoce el informe.

En relación con el ordeñe, la producción de leche cruda creció un 5,6% en los primeros diez meses del año. En el primer cuatrimestre, los precios estuvieron planchados pero se recuperaron por el impulso de las exportaciones. “El año terminará claramente mejor de lo que arrancó, aunque los valores de cierre no serán (en poder de compra) muy diferentes a los que se observaban dos años atrás”, advierte la Fundación Mediterránea.

Si la referencia es en dólares, los valores locales se encuentran muy por debajo de otras plazas regionales (Uruguay, Brasil, Chile). “Este es el primer desacople importante desde la crisis en 2015/16, y uno de los mayores en los últimos 15 años”, indica el informe.

En octubre de 2018, la leche cruda local se pagaba 7,2 centavos de dólar (por litro) menos que en Uruguay y 14,9 centavos menos que en Brasil.

“Pero no debe sorprender que, luego de la importante depreciación del peso, muchos productos de la economía argentina hayan quedado “baratos” (en términos relativos) medidos en dólares. Es de esperar una recuperación de los valores, más lenta o más rápida en función de cómo evolucionen factores de mercado, de la política comercial y macroeconómicos, en particular del éxito que tenga el gobierno en estabilizar el precio del dólar y de reducir la tasa de la inflación”, analiza el estudio.

En el mercado interno, el escenario es complejo. La cadena lechera enfrenta actualmente una demanda interna debilitada, con deterioro en la capacidad de consumo de las familias, particularmente en los segmentos asalariados.

Si bien el precio de la leche cruda se encuentra en recuperación, las proyecciones indican que los tambos verán deteriorada su rentabilidad en el ciclo 2018/19, respecto de los últimos dos campañas. En los tambos de menor productividad, los márgenes quedarán en rojo, según la proyección de la Fundación Mediterránea.

Fuente: Clarin Rural