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Rentabilidad 2018: tambos y ganadería en el podio de las pérdidas

Durante el 2018 los productores agropecuarios necesitaron un 32% de leche para producir y el sector granos fue quien exhibió una mejor rentabilidad. Lecheria y Ganaderia son dos sectores que incorpora mucha mano de obra.

Los productores agropecuarios de la provincia de Buenos Aires debieron lidiar en el 2018 con una inflación del 50%, donde por ejemplo el valor del precio vivo de la ganadería fue por debajo de dicho índice inflacionario, explica un informe económico del Ateneo de CARBAP, a través de su presidente Ing. Agr. Federico Conforti.

Este y otros ítems son los que demuestra el trabajo del ateneísta de CARBAP que por ejemplo indica que uno de los principales insumos del campo, el gas oíl; en septiembre del 2017 era de U$S 0,60 por litro y finalizado diciembre 2018, los productores terminaron pagando el litro U$S 1,10.

En materia de ganadería, el precio para un ternero de 170 kilos, cayó un 23,5 % anual. Mientras que por una vaquillona preñada su valor cayó un 17% interanual; por su parte la categoría Vaca con cría, la perdida fue menor, solo un 4,9%, idéntico valor para el Ternero Gordo.

Conforti subrayo que es una situación compleja con aumentos de costos muy importes y explico que en la comparación interanual, un productor necesito un 32% más de su producción de tambo, para producir la misma tonelada de maíz, a ello hay que se sumarle que el productor de leche estuvo por debajo de los costos de producción, y como ejemplo en el mismo periodo el productor cobro un 10% más por su leche, pero debió pagar un 74% por el gasoil para producir.

La ganadería tuvo una suerte de retroceso en su precios, y mostró que en diciembre de 2017 el ternero se vendía en $ 44, en diciembre 2018 se vendió en $ 50, aunque aclaro que en febrero 2019, la situación es un poco más distintas, en especial el gordo y de la invernada. Pero hubo desfasajes de los precios y provoco importantes mermas en la rentabilidad, apunto.

En síntesis en el podio de perdidas, la lechería fue la más golpeada, además de traer una crisis de varios años, luego la ganadería, que a pesar de una recuperación finalizo a perdida, dijo.

Un dato no menor es que la producción de leche y ganadería, son dos actividades que incorporan mano de obra genuina y con arraigo en el campo, en especial la láctea.

Otro dato destacado por Conforti, fue que el 2018 fue muy difícil para el productor acceder a financiamiento bancario, ya que la producción estaba por debajo de la misma, además de inundaciones y sequía, venían enfrentando deudas anteriores, y se sumó la alta Tasa financiera que ofrecieron los bancos.