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Triste ránking: la provincia de Santa Fe, es segunda con más cantidad de ciclistas fallecidos

El año pasado hubo 148 usuarios de bicicleta muertos en accidentes viales en el país. De ese total, en Buenos Aires fueron 26 los fallecidos. Y la bota santafesina, con 23 casos fatales, ocupa en segundo lugar del trágico podio.

De acuerdo a un informe publicado por la ONG Argentina en Bici (ABi), una unión de 35 organizaciones de la sociedad civil de todo el país, la provincia de Santa Fe ocupó en 2018 el segundo lugar del ránking de provincias con más cantidad de muertes de ciclistas en siniestros viales, con 23 fallecidos, detrás de Buenos Aires (26).

El total de decesos de usuarios de bicicleta de todo el país fue de 148. Si bien bajó respecto de 2017 (187 víctimas fatales) el dato es más que preocupante.

La tercera provincia con más muertes de personas sobre rodados a pedal es Mendoza (17) y la cuarta Córdoba (11). Las provincias con tasa de mortalidad más alta fueron —siempre en 2018— La Rioja, Salta, San Juan y Mendoza. “Sólo tres provincias no registraron siniestros fatales (que involucren a ciclistas): Río Negro, Formosa y Tierra del Fuego”, indica el reporte.

No obstante —aclara—, esa tasa de mortalidad 0 en estas tres provincias “no debe interpretarse como que están libres de riesgo, sino que la ocurrencia de siniestros fatales para ciclistas puede tener una frecuencia menor a uno por año, sea por el nivel de seguridad alcanzado o por la baja cantidad de población que habita en éstas”.

Este medio trató de obtener datos de la ciudad y el área metropolitana, que no figuran en el estudio. El Ing. Juan Del Valle (de Argentina En Bici) fue quien procesó las estadísticas, y explicó: “No hicimos análisis de datos discriminando ciudad por ciudad, sobre todo porque no tenemos series históricas. Por otro lado, las ocurrencias por ciudad no pasan de unos cuantos casos y estadísticamente es muy difícil sacar conclusiones”, explicó.

Vías de colisión y choque por alcance

Ya en el estudio de los datos a nivel país, el informe describe que las avenidas (44), las rutas nacionales (41), las calles (30) y las rutas provinciales (26) son las vías donde se produjo la mayor cantidad de muertes el año pasado. Los meses con más víctimas fueron septiembre, enero y febrero, “pero la información de un sólo año resulta insuficiente para detectar una estacionalidad en la ocurrencia”, se aclara.

Sostiene que la gran mayoría de siniestros fatales para usuarios de bicicleta resulta de un choque con otro vehículo. “Sólo en tres ocasiones se trató de incidentes en los que no hubo otro vehículo involucrado, aunque por la falta de datos alguno de esos casos puede haber sido un problema de salud (paro cardíaco, por ejemplo)”, explicó. Así, tomando la totalidad de casos del año pasado, los coches se vieron involucrados en un 44,8% de los accidentes fatales de usuarios de bicicleta; las camionetas, un 25,9%, y las motos un 18,9%. Los camiones, en un 13,8%.

El estudio pone la lupa sobre el choque por alcance: entiende por “alcance” el tipo de choque que ocurre cuando un vehículo que circula en la misma dirección y sentido que la bicicleta, impacta al ciclista desde atrás. “Cuando la persona que va en bici impacta desde atrás a otro usuario, se llama alcance invertido”, precisa el estudio. Los choques por alcance pueden resultar por algunos factores (o una combinación de varios), como la distracción al volante; ceguera por falta de atención; falta de iluminación y elementos retrorreflectivos en la bicicleta y exceso de velocidad, agrega.

Propuestas para evitar la muerte sobre dos ruedas

Para evitar la distracción al volante, “la principal herramienta disponible es la realización de campañas de concientización sobre los riesgos de la distracción al volante y sobre los recaudos a tomar para adelantar a un ciclista”, recomienda el informe de la ONG Argentina en Bici.

En el caso de la falta de iluminación/retrorreflectivos, “la principal forma de resolver este problema es que la reglamentación vigente obligue a vender las bicicletas nuevas con todos los elementos obligatorios por ley ya instalados, tal como se hace con los motorizados. Esto tendría un costo adicional muy bajo para el usuario”, es otra de las sugerencias.

Finalmente, para mejorar las condiciones en rodados ya en circulación, son claves “las campañas específicas de entrega de elementos de seguridad (luces y ojos de gato), que tienen bajo costo y podrían mejorar las condiciones incluso en usuarios de bajos recursos. Desde el punto de vista de la infraestructura la principal herramienta para evitar este tipo de siniestros es la ejecución de ciclovías en entornos urbanos (…), ya que separan las trayectorias de bicicletas y motorizados”, concluye.

Fuente: El Litoral