La economía de Santa Fe contabiliza 12 meses consecutivos de contracción y por lo pronto no se observa una recuperación sólida de ninguno de los sectores analizados.

El Indicador Compuesto de la Actividad Económica de Santa Fe se ubicó en 155,2 puntos, presentando una variación mensual de -0,4% respecto al mes de

octubre de 2018. La tasa interanual de la actividad económica provincial (enero de 2019 / enero de 2018) fue de -7,9%. La variación parcial acumulada en 2019 se calcula
en: -0,4%.
En enero de 2019 la actividad provincial registró una caída de 0,4% respecto a diciembre. El resultado obtenido implica que la economía santafesina atraviesa su primer año completo de recesión con una contracción neta significativa, en torno al 7,9%.

El relevamiento expone que únicamente cuatro de los catorce indicadores que componen el Icasfe presentaron variaciones mensuales positivas en enero. Más aún, en términos interanuales, la totalidad de las series obtuvo resultados desfavorables.

La inversión en bienes durables se ubican al final de la tabla en términos interanuales, con caídas de -47,1, -18,7 y – 27,9% respectivamente. La cuarta y última serie que presentó mejoras relativas al cierre de 2018, recursos tributarios (+0,9%), también recuperó sólo una parte de la contracción registrada en los meses precedentes, con un saldo inter-anual que alcanza al -4,8%.

La faena de ganado bovino y porcino es uno de los sectores que ha mostrado mejor desempeño de la mano de condiciones más favorables para la exportación de carnes. Sin embargo estas cifras no muestran la realidad de toda la cadena y, menos aún, de todos los productores.

Por su parte, la molienda de oleaginosas tuvo un comportamiento ciertamente inestable en el transcurso último año: recuperó terreno hasta octubre y luego giró a la baja. Comparada con su nivel de actividad de enero 2018 la serie se encuentra 4,4% detrás de dicho parámetro.

La producción láctea continúa con la tendencia contractiva, con una variación mensual de -1,6% respecto a diciembre y -7,5% tomando de base el parámetro de enero de 2018. Los resultados desfavorables que registraron las principales actividades agroindustriales de la provincia se replican en todo el entramado manufacturero.

Las tres series que internalizan el consumo energético del sector, consumo eléctrico, de gas y de hidrocarburos líquidos, todas ellas presentan disminuciones tanto en términos mensuales como interanuales.

El mercado de trabajo también está internalizando los efectos negativos de la recesión. Los puestos registrados (altas netas) perdieron 0,3% en enero y acumulan una caída de 1,5% en los últimos doce meses. Por su parte, la demanda laboral obtuvo tasas del -1,8 respecto a diciembre y -21,2% en términos interanuales.

En cuanto a las remuneraciones reales, la masa salarial total cedió otro 1,6%, extendiendo la pérdida de poder adquisitivo interanual a 11,6%. El consumo minorista se comporta en línea con este contexto. Las ventas en supermercados de las grandes superficies instaladas en la provincia cayeron otro 0,8%, con una variación neta de -4,5% respecto a los niveles de enero de 2018.

Fuente: Centro de Estudios y Servicios. BCSF.