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Daniel Pacitti, el músico esperancino que creó un concierto para Messi

Por estos días, la pandemia postergó entre otras muchas cosas, una serie de conciertos en Cataluña, dedicados, nada menos que a Leonel Messi. El autor de esa música -con aires de tango, con un violoncello solista- es un reconocido músico esperancino, que triunfa en Europa: Daniel Pacitti. Un viaje de ida y vuelta desde América -los arrabales del mundo- hasta Europa.

 

Por estos días, Leonel Messi, es noticia -siempre lo es, claro- porque se cumplieron 15 años desde de su primer gol en la primera del Barcelona, club al que llevó con la magia de sus goles y su juego, a permanecer en la cima del fútbol mundial por esa larga década y media. También puede ser noticia porque la Fundación Leo Messi concretó -no es la primera vez- una generosa donación para la Argentina, que benefició en este caso particular -entre otros- al santafesino Hospital José María Cullen. También es noticia por estos días que Messi volvió a entrenar con sus compañeros esperando una hipotética vuelta al fútbol en España.

Pero, a los fines de este artículo, Messi es noticia porque por estos días y durante todo mayo, en diferentes localidades catalanas debía realizarse una serie de conciertos dedicados a él. Música clásica, para alguien que será -que ya es- clásico, es decir, alguien cuyo hacer trasciende todas las épocas.

Esa música, y no es casualidad, la compuso especialmente para Messi el también santafesino -de Esperanza, primera colonia agrícola hecha de manera planificada con inmigrantes europeos, ya que hablaremos aquí, todo el tiempo, de esa conexión entre el Viejo Mundo y Argentina-, Daniel Pacitti, prestigioso músico, director y compositor, radicado hace más de treinta años en Europa, donde tocó o dirigió en todos los grandes templos de la música clásica.

¿Por qué Messi? Pacitti lo expresa con agradecimiento y sencillez: “por su prodigiosa magia y virtudes sobrenaturales, su maravilloso ingenio y su ilustre profesionalismo, su ejemplar calidad de alma y humildad”.

Daniel Pacitti recuerda que “de chiquito jugaba al fútbol y con el tiempo comencé a seguir el fenómeno Messi, a analizar sus hazañas, y quise informarme para poder comprender su idiosincrasia. El testimonio de personalidades que hablan de su pasado, describiendo situaciones, contextos, atmósferas, imágenes, me trajeron muchos recuerdos de aquel pasado y me afectaron profundamente.

“Es todo este conglomerado, de fusión de esencias, de vicisitudes, que he tratado de
caracterizarlas a través de la música.Es así que comencé a querer describir este ambiente y entorno con espíritu de búsqueda, que me llevó a fuentes culturales, a su pasado remoto , y de esta manera intento rendir un homenaje digno de una persona tan brillante y linda como es Messi”.

Ida y vuelta

En este viaje imaginario en que dos santafesinos confluyen en pleno dominio de sus saberes -el fútbol, la música-, hay detrás una larga serie de idas y vueltas entre Argentina y Europa, como si se tratara de un mediocampista que esparce su magia en todo el terreno de juego; o el viaje del arco (¡qué feliz correspondencia!) sobre el diapasón de un chello o un violín o el trabajado rezongo del bandoneón…
Los europeos nos dieron el lenguaje: les devolvimos -entre otros- a Borges, que hoy descansa en la global Ginebra, en Suiza, parte él mismo del mundo y un clásico reconocido por todos.

Los europeos trajeron el trigo. Y le devolvimos a Europa y el mundo toneladas de alimentos hasta convertirnos en el granero del mundo. Esa primera devolución salió del puerto de Rosario un 12 de abril de 1878, embarcado por Carlos Casado del Alisal -fundador de Casilda, hoy en los arrabales de Rosario, que está en los arrabales de Buenos Aires, que está en los arrabales del mundo…- con destino a Glasgow, Escocia.

Hay que imaginar a Rosario como esa poderosa y vital urbe americana, a orillas del Paraná, que tiene el poder de meter barcos oceánicos 500 kilómetros continente adentro -como pocos ríos en el mundo pueden hacerlo- para cargar los granos que alimentarán al mundo.

Los europeos trajeron guitarras, trajeron instrumentos y les devolvimos sus viejos ritmos renovados y llenos de matices y coloraturas… Trajeron el bandoneón y le devolvimos el tango.
Nos trajeron el fútbol y les devolvimos -entre otros muchos- a Maradona y a Messi.

Por cada cosa que nos trajeron, devolvimos con creces. Lo seguimos haciendo, acaso resumiendo lo que en parte somos: una cantera inagotable de talento que, cuando encuentra forma, contención, ritmo, accede a un plano de excelencia que es imparable…

Concierto Criollo para Violoncello y Orquesta

La obra que Pacitti dedica a Messi -y que tocó por ejemplo, la Filarmónica de Berlín- tiene tres partes: Arrabal, Remembranzas y Tangool.

En palabras del propio Pacitti: “Respecto al concierto criollo -dice el músico esperancino-, quisiera especificar que aunque la música parezca digamos conocida y de fácil acceso, de índole popular, siento que sería extenso y complejo de explicar. Trato de simplificar y abreviar rindiendo una idea de mi tentativa.

“La idea que tengo del término criollo sintetiza distintas identidades, esencias, raíces, fusiones y desarrollos de los distintos seres que se han engendrado en sur y en Centroamérica. Y de aquí han surgido leyendas, tradiciones, géneros que podemos definir como criollos.

“Podemos sintetizar que es una suma, mezcla de genes, costumbres, usanzas, de los bagajes culturales y de la unión también con lo autóctono, dando forma a una nueva identidad. El conjunto de todos estos elementos y factores han contribuido naturalmente a conformar la hegemonía de Messi. Lo dediqué a Messi porque lo siento un criollo auténtico, ejemplar, y con un valor humano especial.
“Es un humilde obsequio que quiero rendir a la inconmensurable obra de arte que ha hecho con el fútbol, un punto de referencia para los niños, para los deportistas y para la ciudadanía, y además por su deliciosa persona.

“El primer movimiento se titula Arrabal. Como bien saben ustedes, un arrabal es una extensión o agrupación territorial de viviendas y comercios no sujetos a control municipal o planes urbanísticos. La lengua del tango, el lunfardo, incorpora el término Arrabal y significa barrio; es decir fuera del recinto de una población o en su periferia, en especial aquel cuya población tiene un bajo nivel económico.

“En este movimiento dan comienzo pocos acordes introductivos soñadores, como un telón de escenario que se despliega, y nos transporta hacia una remembranza, que llevan al recuerdo de sitios lejanos y tiempos remotos.

“He decidido realizarlo en estilo de tango en particular para destacar y recalcar, que hubo un paralelismo junto a Buenos Aires y Montevideo, en el desarrollo del tango en la ciudad de Rosario, ciudad oriunda de Messi. Además de un desarrollo musical inclusive hubo un paralelismo del lunfardo, que es el dialecto del tango.

“Por ejemplo es interesantísimo leer los libros en lunfardo de Héctor Nicolás Zinni, a quien tuve el placer de conocer en Rosario. Se puede verificar que términos usados en Rosario no hacían parte de vocabulario porteño.

“En fin, encuentro casi un deber, utilizar el género tanguero por cuestiones históricas rosarinas rindiendo un homenaje a los precursores del tango argentino. El tango, de una manera especial describe el barrio, la urbe, el puerto, el resplandecer del alba y del atardecer en el horizonte del río Paraná; y su gente.

“Con respecto a Messi, es hermoso escuchar anécdotas de barrio, personas que lo recuerdan, describen momentos, situaciones sobre él. Siempre lo recuerdan con tanto cariño, afecto, con tanta admiración, y se conmueven a narrar episodios sobre su persona. “Continuando con la música: el violonchelo, desde notas graves comienza saliendo de manera misteriosa y exploradora, se propone cantando en estilo tanguero. Y decidí enriquecerlo con ornamentaciones, variaciones, firuletes típicos.

“Este movimiento está construido sobre una forma tradicional, con un tema, un segundo tema, desarrollos, represa, coda. En la orquestación están presentes distintas fórmulas tradicionales y usanzas del funcionamiento de las orquestas típicas de tango. Aparecen también pinceladas de aires españoles, como en la tímbrica y colores de la orquestación. Después de los distintos episodios formales se llega a la represa con algunas variaciones y un heroico final que comprende distintos estilos y prototipos de finales de orquestas de tango tradicionales.

“Arrabal es un viaje que nos lleva a esos barrios donde nació el tango y a esa nostalgia del barrio en que uno vivió y tuvo que abandonar. Seguramente al escuchar esta música, uno se siente identificado con esa nostalgia, esos recuerdos del lugar de donde uno proviene y que siempre lleva en el corazón.

“El Segundo movimiento se titula Remembranzas. Está construido sobre una forma musical gauchesca: la payada. Se trata de seguir la tradición gauchesca de los payadores (como ustedes bien saben el payador es un gaucho que cantaba con su guitarra por La Pampa), es una onomatopeya donde el violonchelo personifica el payador principal.

“Este entrelaza un diálogo con los demás payadores sentados en ronda al fogón, en un narrar de tiempos lejanos, historias pasadas y recuerdos comunes. Los distintos payadores están representados por distintos instrumentos solistas de la orquesta que dialogan con el payador principal e interlocutor que sería el violonchelo solista.

“La orquesta (que reemplaza a las guitarras de los payadores) acompaña las narraciones melódicas, e interfiere en sus introducciones, preludios, interludios, expresando un sentir con motivos muy similares a los cantos entonados por los payadores.

“Se suceden también formas musicales descendientes o contaminadas por las payadas.
Expresan también momentos felices y optimistas. En este movimiento escuchamos también una cadencia de aire andino, para el violonchelo solista y el arpa. Siendo Rosario una ciudad portuaria, el río Paraná posee una infinidad de afluentes, esto implica que han llegado con el pasar del tiempo muchos aires musicales provenientes de otras provincias, de la misma manera géneros musicales folclorísticos, danzas, cantos.

“Remembranzas en fin es un popurrí, son recuerdos del pasado, de un pasado lejano, de las esencias y raíces de Argentina. Es también una toma de conciencia, un respeto a los ancestros que nos proporciona un saber interpretar la vida con una escala de valores propios. Difícil es saber a dónde uno va si no se sabe de dónde se viene.

Tangool, tercer movimiento, tiene el estilo de tango moderno. Se puede reconocer una influencia estilística de Piazzolla. Comienza en estilo fugado el violonchelo solista que será luego el sujeto de una fuga (no presente en el video de esta primer versión), con un acompañamiento de la orquesta donde se evidencia un ritmo irregular con un valor agregado cada dos compases.

“He intentado simbolizar en música ese Messi volcánico cuando parte con la pelota, y nadie sospecha o intuye qué es lo que va a hacer, entre firuletes y gambetas, que con sus amagues derrumba defensores, se paran y los vuelve a voltear para el otro lado.

“Justamente en este fugado inicial hay compases intercalados irregulares. No es un ritmo regular o simétrico, sino que juega con las polirritmias y los cambios de compás. Te enreda de la misma forma que Messi con su ritmia y su riquísima arritmia, hace con sus rivales. Creo que Messi sintetiza el ritmo con una eficacia letal para el otro, da una irregularidad al ritmo, quita y agrega valores, a una velocidad de extraterrestre y es imposible prever su ritmo. Me da la sensación que tuvo esto de manera natural desde niño, sintetiza los ritmos, y como se dice en català, “va al gra’” de manera concreta y objetiva, inmerso en esos destiempos y polirritmias. Posterior a este fugato introductivo aparece el tema, un cantabile de carácter jovial y heroico expuesto siempre por el violonchelo solista.

“El resto está construido sobre una forma tradicional, donde aparece un tercer tema, variaciones, intervenciones de la orquesta dando respiro al solista, y un final glorioso. Un movimiento bien danzante, rítmico y dinámico, donde aparecen frecuentes influjos de sonoridades y aires españoles.
“Tangool es una exaltación de acciones gloriosas, felices y del potencial que tiene Messi de suscitar una euforia general en un estadio, con acciones explosivas. Es un canto a sus acciones virtuosas, heroicas, indescifrables e incalculables. He tratado de traducir en música eso inexplicable que Messi hace en el campo de fútbol”.

 

Por Néstor Fenoglio/Mirador Provincial