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“Efecto Vicentin”: cae la confianza entre los productores

El 60% admite que la situación de la empresa terminará impactando de manera negativa en el negocio, según una encuesta de la Universidad Austral.

El Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral dio a conocer los nuevos resultados de la edición de Junio del Ag Barometer Austral: la confianza de los productores está en el piso de la serie. El índice toca el mínimo histórico, con un valor de 48.

Los productores continúan manifestando preocupación por su situación presente, a la vez que se siguen deteriorando las expectativas que tienen sobre el futuro. Prácticamente 90 por ciento de los productores vislumbra que los próximos 12 meses serán financieramente malos tiempos.

¿Qué pasa con Vicentín?

Mucho ha resonado en los medios y en la opinión pública la decisión del gobierno de intervenir la empresa Vicentín, con el objeto de finalmente expropiarla. La visión y opinión de los productores agropecuarios sobre esto fue de “mucha preocupación”. Los productores vislumbran un impacto negativo en sus propios negocios agropecuarios, por la posibilidad de intervenciones que terminen afectando la dinámica y transparencia del mercado.

Desde el Centro de Agronegocios y Alimentos, se pidió a los productores que manifiesten tres palabras que les dispara la situación: “preocupación”, “incertidumbre” o “desconfianza”, fueron las tres expresiones que reflejan que a los productores les cuesta mensurar el impacto de la intervención sobre la cadena en general y si esta será una estrategia gubernamental que pueda replicarse en otros casos.

Asimismo, muchas de las palabras que los productores expresaron están vinculadas a los derechos de propiedad y la ruptura del marco jurídico-legal, tales como “ilegal”, “inseguridad”, “avasallamiento”, “inconstitucional” o “atropello”, lo que manifiesta la preocupación sobre las condiciones de negocio en general en el país a largo plazo.

El AG Barometer detalla que “es necesario esperar el devenir del conflicto, para ver si efectivamente se concretan los hechos tal como se planteó originalmente o bien existe alguna alternativa morigerada. Más allá de estas variaciones, el anuncio de la propia medida ha sido un factor generador de incertidumbre para las perspectivas de negocio de los productores”.

Restricciones cambiarias

El informe también hizo foco en las medidas del Banco Central que, desde el mes de junio, endureció las condiciones para el acceso al mercado de cambios para cancelar importaciones. “El agro es un sector fuertemente dolarizado, por lo cual, esto tuvo un impacto sobre el precio, la disponibilidad y las condiciones de financiación del sector.

Los productores han visto alzas en los precios de los insumos, o bien un endurecimiento en las condiciones comerciales”, refleja el AG Barometer. También han cambiado las condiciones de financiamiento, con muchos proveedores que venden exclusivamente en dólares y recortaron el financiamiento en tasas en pesos, a la vez que también se limita la disponibilidad en muchos insumos.

“En el mismo sentido, el gobierno puso el foco en las liquidaciones de exportaciones, y esto llevó a que los compradores locales -que venían dando la posibilidad de no “pesificar” los negocios de grano entregados mientras pudieran manejarlo- comenzaran a pedir el cierre del tipo de cambio. No obstante, alrededor del 60% de los productores manifestó no tener este tipo de negocios, y entre los que tenían los mismos, solo 14% tuvieron que pesificar”, se detalla desde la Universidad Austral.

Los márgenes de la próxima campaña

Los especialistas de la Universidad Austral consultaron a los productores sobre las perspectivas de márgenes para la próxima campaña, comparándolo con la misma respuesta que daban hace un año. En este caso, los números del deterioro son considerables.

En maíz, alrededor de la mitad de los productores ve números cercanos al costo de producción (comparado con sólo el 22 por ciento de un año atrás), y apenas 34 por ciento ve márgenes buenos o muy buenos (contra un 76 por ciento de un año atrás).

Algo similar ocurre en soja, con 57 por ciento de los productores observando rendimientos cercanos al costo de producción (frente a un 35 por ciento de un año atrás). En ambos cultivos, alrededor del 25 por ciento de los productores vislumbra rendimientos malos. En trigo pasa algo similar, con casi la mitad de los productores viendo rendimientos que equiparan el costo de producción.

 

Fuente: Agrovoz