Si bien la negociación sigue, Atilra espera un ajuste mayor que siga el comportamiento inflacionario actualizado. Las industrias ofrecieron un básico mayor y una suma en cuotas hasta diciembre.

Mientras la leche se metió esta mañana en todos los debates políticos, ideológicos y tributarios, por la intención de modificar el IVA del 21 al 10,5 por ciento al consumo, en este producto fundamental, en algún lugar de la virtualidad se reunían y por varias horas los representantes de las industrias y sus trabajadores para dar el segundo debate por cuestiones paritarias.

Cabe recordar que hace algo más de dos semanas con medidas de fuerza de cuatro días, seguidas por una jornada de paro, que frenaran el normal funcionamiento de todas las plantas lecheras del país, se llegó a una conciliación obligatoria.

El Ministerio de Trabajo como mediador en la negociación que la Asociación de Trabajadores Lecheros de la República Argentina, ante el Centro de la Industria Lechera y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas, consiguió que se desarrolle una cita en la que los industriales pudieron acercar una propuesta.

La semana anterior el gremio había pedido que se equipare el ajuste de los salarios a la inflación transcurrida de enero a junio, que fue del 13,5 por ciento según el INDEC. Con ese indicio, este martes las empresas expusieron la intención de incorporar en el básico desde julio la suma de cuatro mil pesos, que el Gobierno había dispuesto en el inicio del año y que se había efectivizado oportunamente en dos cuotas denominada como “incremento solidario”.
A eso se sumaría un total de siete mil pesos a pagarse en cuotas desde ahora y hasta el mes de diciembre, con carácter no remunerativo.

Aunque el gremio no lo considera suficiente, la intención de las empresas es la de generar una revisión del acuerdo anual de 2020 a fin de año, cuando se tengan los datos completos del aumento del costo de vida, que al momento se puede entender que tendrían la duplicación del comportamiento hasta el momento, como una base de cálculo.

Pareciera que la intención del sindicato “lechero” es la de conseguir una recuperación completa de la inflación ya transcurrida y la de un ajuste constante, sin embargo esto no es habitual para las empresas de ningún rubro accedan a un debate constante, en un país con semejante fluctuación económica como el nuestro; y mucho menos en el contexto actual que se desprende de la recesión reciente y de la pandemia vigente, con todas las medidas que confluyen en ese marco.

Si bien al momento no se hizo ningún pedido concreto por los fondos que de manera directa y excepcional, más allá de lo que todos los gremios reciben por empleado, se pervciben para la obra social, existiría la intención de generar un ajuste en lo que se conoce como “aporte solidario” de 1.500 por empleado al mes en las empresas grandes y de 750 pesos para las pymes. Hay rumores que no descartan que Atilra pretenda algún bono extraordinario directo para la salud del sector, como se consiguiera en agosto pasado, en lo que fuera una paritaria compleja, demasiado prolongada y que terminara también en medio de un conflicto.

Tal como lo manifestaran desde la cartera laboral, será el próximo lunes que tenga continuidad esta negociación paritaria, momento en el cual se podrá entender la maduración de los pedidos y expectativas de ambas partes, tendiendo a la búsqueda de una conservación de los puestos de trabajo, la mejora de las condiciones para quienes todos los días producen los lácteos en nuestro país y asegurando la llegada de los productos en las mejores condiciones, hasta el consumidor final.

Por Elida Thiery (Agrofy News)