Campo

Persiste la incertidumbre climática para los cultivos de invierno

En lo inmediato no hay buenas noticias para los productores de trigo, dado que las lluvias de mayo se prevén escasas en casi todo el territorio nacional.

En gran parte del territorio nacional las lluvias de otoño aportaron humedad a los perfiles luego del clima seco estival. Sin embargo, hacia adelante, en lo inmediato no hay buenas noticias para los productores de trigo: las lluvias de mayo serán escasas en casi todo el territorio nacional, lo que conspirará contra la disponibilidad de humedad para la implantación del cultivo.

Leonardo de Benedictis fórmula este pronóstico, que resulta negativo para los agricultores de Córdoba y de Santa Fe, pero positivo para los propietarios de campos de Bolívar, Carlos Casares, Henderson y de otros partidos que están sufriendo anegamientos. Los registros para junio y para julio serían de poco volumen, siguiendo el patrón estacional, aunque en esta época del año se reducen las pérdidas por evaporación.

Hacia adelante, en primavera de Benedictis descarta de plano la ocurrencia de un evento Niño y observa posibilidades parejas de La Niña o Neutro, aunque por ahora esa disputa no está definida. La temperatura del Pacífico ecuatorial sigue fría y habría posibilidades de que se acerque a valores normales, pero sin llegar a registros que desencadenen un evento Niño.

Heladas tardías

Por su parte, las temperaturas que servirán de marco para la campaña agrícola generan riesgos. Sucede que los años con evento Niña -si finalmente prevaleciera- son más propensos a generar heladas tardías, que son particularmente perjudiciales con ambiente seco. En años con ese fenómeno también hay mayor variabilidad y amplitud térmica.

Hacia adelante, el primer paso de los productores de trigo debería ser revisar el agua disponible y el nivel de la napa en los lotes que destinarán al cultivo.

El segundo paso sería seguir de cerca los nuevos pronósticos sobre la probable evolución de las variables climáticas clave. Con esos datos se pueden aproximar a la decisión de apuntar a modelos con alto nivel tecnológico y elevadas dosis de fertilizantes encarecidos u orientarse hacia modelos de menor gasto, más conservadores, capaces de generar un rendimiento rentable en un escenario con limitaciones.

A pesar del aumento de los precios de venta del trigo, los rindes de indiferencia para cubrir los costos son muy altos, sobre todo en campo alquilado, por el violento incremento de precios de los insumos.

 

 

Por Carlos Marín Moreno