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Humboldt: homenaje a Rosanna Falasca a 34 años de su fallecimiento

El Centro de Estudios e Investigaciones Históricas de la localidad presentó recientemente el documento “Tras la Estela de Grandes Mujeres”, donde sintetizó la magnífica trayectoria de la artista de Humboldt.

A pocos días de cumplirse un nuevo aniversario de su fallecimiento, el Centro de Estudios e Investigaciones Históricas de la localidad presentó recientemente el documento “Tras la Estela de Grandes Mujeres”, donde sintetizó la magnífica trayectoria de la artista de Humboldt.

Rosanna Inés Falasca, símbolo de belleza y talento, fue una de las personalidades más importantes de Humboldt, al haberse convertido en un referente de arte y mujer.
Hoy el Centro Cultural y Educativo Comunal “Dr. Santos Pedro Viani”, cuenta con una exposición de vestidos, revistas, discos y objetos personales de la artista cedidos por la familia, tras gestiones llevadas a cabo por el Centro de Estudios Históricos ante la comuna de Humbodt.

En referencia al trabajo que destaca la vida de Falasca, desde la institución señalaron que lamentablemente su vida fue corta pero su nombre transcendió las fronteras del pueblo, dejando tras de sí una brillante estela de magníficos logros.

“Humboldt fue nombrado y reconocido en muchos lugares gracias a su persona, su esfuerzo, su talento y a esa magia que a “Chany” siempre la caracterizaba. Todo aquel que la conoció, seguramente sintió su calidez humana, su bondad, su respeto, su transparencia, su simpleza y su alegría”, indicaron.

Sobre este tema agregaron que se trató de un humilde homenaje para que “su voz nunca se apague y tus ojos continúen iluminando los corazones de todos los que te quieren y recuerdan”.

Trayectoria

Rosanna nació en Humboldt un 27 de abril de 1953. “Chany”, apodo que recibió de su madre, fue la tercera de seis hijos, fruto de la unión entre Paula Theler y Ado Falasca. Sus hermanos fueron María Cristina, Ado, Daniel, Roberto y Marcelo. Ellos crecieron en un hogar donde la música era “un estilo de vida”.

Ado padre, que además de músico, era sastre, fue el precursor de iniciar a cada uno de sus hijos en la música. Al advertir los dotes de Chany, con tan sólo diez años la incorpora a su grupo musical, actuando en público por primera vez en Clucellas.

Desde ese día, Chany no abandonaría más los escenarios. Comenzaba una nueva etapa para ella y toda su familia. En 1967, cuando solamente tenía 14 años, se presentó ante las cámaras de televisión de Canal 13 de Santa Fe y de la ciudad de Paraná. En el mes de febrero de 1968 es invitada a participar en el gran festival que se realizaba en Río Ceballos (Córdoba).

En marzo de 1969 llegó a Buenos Aires la familia Falasca y De Martino logra que comience a cantar en un café Concert llamado “Cabo 710”, en el barrio San Telmo, un verdadero bastión de tangos y milongas. Allí Chany canta, entre otras canciones, Madreselva un tango enseñado por su padre y que le serviría de trampolín para su fama.

Ello le permitió que su padre la inscriba para participar en un concurso para nuevas voces que era organizado por el Canal 9 de televisión, en el programa “Grandes Valores del Tango”.

En su primera aparición Chany ganó la ronda. De acuerdo a esto, debía ella seguir en las próximas eliminatorias hasta fin de año, fecha en que concluía el concurso al que se había presentado. Pero un caso muy especial y poco común sucedió: Chany fue sacada del concurso como participante.

Luego de llamar a su padre, los directivos de Canal 9 impactados por su exquisita voz, su personalidad, su figura esbelta, pelo rubio y lacio, ojos claros, su carita agradable, resolvieron contratarla como figura exclusiva de dicha emisora por el término de cuatro años.

A partir de ese instante, todo fue vertiginoso. Su crecimiento artístico fue a pasos agigantados, al año siguiente, en 1970, con tan sólo 17 años grabó su primer disco larga duración.

El séptimo arte

El cine también aprovechó de su éxito, no con las características de los años treinta y cuarenta, en donde el tango era lo central y todo giraba alrededor de alguna canción, sino en la época dorada del cine de los setenta. Su presencia fue requerida para compartir elencos con rostros de la televisión, con músicos melódicos y con otros que hacían rock, teniendo el rol de hacer algún tema con sabor a tango.

Actuó en tres películas para la pantalla grande: “Arriba Juventud”, con Roco y Palolo (1971); “Siempre fuimos compañeros”, con Donald, (1972); y “Te necesito tanto amor”, al lado de Elio Roca (1976).

En tanto en el año 1982, con la empresa discográfica Polydor, grabó sus dos últimos larga duración con el acompañamiento del Orlando Trípodi dirigiendo su orquesta y su cuarteto, entre otros registros están, “Sur”, “El Pañuelito”, “Bien Criolla y Bien Porteña” y “La Cumparsita”.

Ese mismo año comenzó a correr el rumor de que Rosanna padecía problemas de salud. En el mes de noviembre la operan, diagnosticándole una grave enfermedad. Su última presentación fue en la tradicional “Botica del Tango” que conducía Bergara Leumann.

La muerte la sorprende a los 29 años, el 20 de febrero de 1983. Sus restos son depositados en el Panteón de los actores en el cementerio de La Chacarita de la ciudad de Buenos Aires, hasta el 29 de abril de 1995, que son traídos a su pueblo natal Humboldt, donde la comunidad en su mausoleo le rinde homenaje a la “Princesita rubia del tango” como la llamaba Jorge Sobral.

La historia de Chany tan mágica como humilde, quedara grabada por siempre en el corazón de todos los humbolenses y en los recuerdos de todos sus seres queridos.