Advierten que la situación de los tambos es crítica

Los productores se encuentran muy preocupados ante la caída en el precio de la leche cruda, para esto adoptaron estrategias que bajan los costos pero, a pesar del “achique”, los números no cierran y se profundiza la grave crisis.
Con el precio de la leche cruda por debajo de los $ 2,50, casi un peso menos que hace 6 meses, los tambos llegan a la etapa más calurosa del año casi sin margen financiero. En estos meses difíciles, con fuertes tensiones con las industrias lácteas, cuentan que bajaron todos los costos posibles y ahora miran con preocupación el progresivo repunte en el precio de algunos insumos claves, como el maíz. El otro grave problema es que algunas industrias lácteas, que antes pagaban la factura mensual de la leche cada 30 días, ahora demoran hasta 70 días, según los tamberos. La crisis está llegando a todos los productores, no sólo de la región sino también a los de Buenos Aires.
Por un lado, Marcelo Dándolo que gestiona un tambo mediano en María Luisa, explicó que “los ajustes productivos ya están al límite y en unas semanas comienza el calor, que baja entre un 20% y un 25% la producción de leche”.
Del mismo modo se expresó la productora de San Jerónimo Norte, Liliana Meynet, “nosotros bajamos todos los gastos que no ponen en compromiso la situación física de las vacas. Y tratamos de ahorrar hasta en el uso de los productos de limpieza, pero con estos números el negocio es insostenible. Trabajamos por inercia”.
Los asesores de los productores reconocen que en este punto ya es muy complejo encontrar variables en las que se pueden achicar gastos sin comprometer el ordeñe. Respecto a esto, Federico Vionnet, asesor tambero en Santa Fe y Córdoba, asegura que en esta coyuntura pueden desaparecer muchos tambos. “Hay que reducir costos en las cuestiones que no impactan en lo productivo, porque cuando se comienza a caer en la cantidad de litros ordeñados es como morirse más rápido”, aseguró Vionnet.
En primer lugar, Vionnet recomendó eliminar las vacas que no están produciendo leche con eficiencia, es decir, venderlas para carne. En la misma situación están las vacas con problemas para preñarse y patologías reproductivas.
Respecto a esto, Dándolo indicó que la selección de vacas ya la hicieron. “El problema es que es muy difícil seguir ajustando cuando te pagan tarde y poco. Y esta situación también afecta la cadena de pagos con nuestros proveedores”, insistió y continuó “el problema es que el precio cayó un 50% por la coyuntura del negocio lechero y las terminas regalando, con el esfuerzo que nos implicó criarlas”.
Por otra parte, el ingeniero Vionnet aseguró que no se debe ahorrar en la ración de alimento porque eso perjudica el ritmo de ordeñe. “La idea es alimentar lo mejor posible las mejores vacas, pero en realidad los tamberos sienten que es una receta para estirar la agonía, ya que con estos números es imposible”, reconoció.
Sin embargo, el sector santafesino no es el único afectado en esta crisis. En la provincia de Buenos Aires, la segunda cuenca lechera del país, el último informe de la Cámara de Productores de la Cuenca del Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba) cuenta que los tamberos y sus equipos de trabajo también multiplican los ajustes tranqueras adentro, en busca de la eficiencia y la productividad que les permita superar este período crítico y para poder llegar de pie al momento de la recuperación.
En Santa Fe, los tamberos le pidieron al gobierno provincial y nacional que les anticipen dos liquidaciones para mantenerse a flote estos meses y luego, en un escenario más favorable ir devolviendo este financiamiento.
Para Dándolo, Vionnet y Meynet, los próximos tres o cuatro meses van a ser críticos. “La verdad que estamos pensando cómo pasar el verano. Es que al calor es probable que haya que sumarle el encharcamiento de las alfalfas porque se pronostican lluvias intensas por El Niño”, explicó Dándolo.
La crisis de la lechería en parte se relaciona con el derrumbe del precio internacional de la leche en polvo que ahora oscila entre los U$S 2.500 y U$S 2.900 por tonelada. Además, en la Argentina a estas dificultades hay que sumar que el mercado interno está sobrestockeado, las intervenciones del mercado lechero y la competencia con la agricultura, entre otros factores.
“Estoy muy preocupado. Es un escenario en el que pueden volver a desaparecer muchos tamberos. Hay que tener en cuenta que en la Argentina el 70% de la leche se produce en campos arrendados y con estos números esos productores no se pueden sostener”, concluyó Vionnet.
Por Gastón Neffen