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La sequía golpea fuerte a Las Colonias y a gran parte del territorio provincial

El relevamiento semanal de la Bolsa de Comercio de Santa Fe plantea que la mitad de los maíces están afectados, mientras en algunos casos hay marchitamientos en lotes de soja. El girasol zafó. Soja tardía con mala germinación en Las Colonias.

La mitad de los lotes de maíz de primera en el centro norte santafesino están afectados por la sequía, buena parte de las sojas tempranas muestran escaso desarrollo y -en algunos casos- empiezan a amarillear o marchitarse y los algodonales exhiben los efectos de las altas temperaturas y la falta de lluvias.

Así plantea la situación sobre 12 departamentos de la provincia el último reporte semanal del Sistema de Estimaciones Agrícolas (SEA) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, que sólo reportó cierta “normalidad” en el cultivo de girasol, cuya trilla avanza gracias a la estabilidad climática; con buenos rendimientos, pero bajo ataque de palomas y cotorras.

“De un total de 88.000 ha implantadas con maíz temprano, el 50 al 52 % de los cultivares, se encontraron con secuelas e impactos”, destaca el reporte. “Hasta la fecha, el déficit hídrico continuó siendo importante, especialmente como consecuencia de las altas temperaturas diarias y la ausencia de lluvias, por lo cual, con el transcurso de los días se incrementó el amarillamiento, marchitamiento, el cambio de la intensidad de la coloración de las plantas y su mortandad, afectando también, el llenado de los granos, por lo que se obtendrían mazorcas más pequeñas y con menor número de granos o más chicos”, precisó.

El monitoreo también revela que en las cuencas lecheras se aceleraron las definiciones de los maizales, por lo que se observa el intenso movimiento de equipos para su picado/embolsado. Al respecto destaca que la sequía redundará, paradójicamente, en un incremento del área a ensilar. “En los últimos 10 años, el promedio de la superficie afectada a dicho destino fluctuó entre 20.000 a 25.000 ha, pero ante el impacto térmico se estimó que 10.000/12.000 ha más del cereal, se sumarían a dicho proceso”.

En esta actividad, el relevamiento muestra que los resultados obtenidos continuaron siendo muy dispares, en general se logró un rendimiento promedio de 8 a 10 m/bolsa/ha pero, durante la recolección, el ambiente climático cálido y el material vegetativo seco a muy seco, alteraron no solo la cantidad del producto, sino también su calidad y con serias dificultades en la concreción de buenos resultados de los trabajos.

Los demás

En los lotes de algodón, las condiciones ambientales de la semana no ayudaron al mejoramiento del estado de los cultivos, que estuvieron afectados por las altas temperaturas y la ausencia de precipitaciones. “Se detectaron síntomas de estrés hídrico y térmico, registrándose lotes en floración avanzada con un daño importante en cuanto al número de cápsulas retenidas, la caída prematura de las hojas, así como también cultivares en etapa de pimpollado con escaso crecimiento y generación de estructuras reproductivas”, detalló el informe.

Entre las sojas de primera, la irregularidad o la heterogeneidad en la distribución geográfica espacial de las precipitaciones y las condiciones climáticas de las dos primeras semanas del año redundó en estados variables, “observándose limitaciones en su crecimiento, amarillamiento o 11 marchitamiento de hojas y en lotes puntuales, la pérdida de plantas por mortandad”.

Las sojas tardías, por su parte, ante la disminución del agua útil en la cama de siembra, las elevadas temperaturas y la importante evapotranspiración, presentaron una muy heterogénea y variada situación de los estados vegetativos. “Los primeros lotes germinados mostraron buena emergencia y crecimiento. Se realizaron aplicaciones de herbicidas post-emergente para el oportuno control de las malezas pero, durante el monitoreo semanal se observó muerte de plantas por estrés, afectando el stand de las mismas por unidad de superficie”.