Felicia: un gesto de amor que trasciende la distancia

Cada zancada de Agustín fue un acto de empatía, fuerza y compromiso. Su esfuerzo demostró que la solidaridad no tiene límites y que, cuando se actúa desde el corazón, la distancia se convierte en una simple métrica. Este acto de amor unió a la comunidad de Felicia, que siguió de cerca su travesía y lo recibió con los brazos abiertos y el corazón lleno de orgullo.
Felicia se vistió de orgullo para recibir a uno de sus vecinos más inspiradores. Agustín Pecantet completó una hazaña conmovedora: corrió 800 kilómetros con un propósito que va mucho más allá del desafío físico. Su objetivo era una causa solidaria: ayudar a las familias de bajos recursos que enfrentan situaciones difíciles en el Hospital de Niños Orlando Alassia.
Cada zancada de Agustín fue un acto de empatía, fuerza y compromiso. Su esfuerzo demostró que la solidaridad no tiene límites y que, cuando se actúa desde el corazón, la distancia se convierte en una simple métrica. Este acto de amor unió a la comunidad de Felicia, que siguió de cerca su travesía y lo recibió con los brazos abiertos y el corazón lleno de orgullo.
Agustín no solo alcanzó su meta deportiva; dejó una huella profunda en su pueblo y en todos los que siguieron su historia. Su carrera se convirtió en un símbolo de esperanza e inspiración.
“Gracias, Agustín. Por correr, por inspirar, por ayudar”, fue el mensaje unánime de Felicia, que hoy lo celebra no solo como un deportista, sino como un verdadero héroe de la solidaridad.