El cambio de rumbo en la cuenca lechera santafesina: Del tambo a la cabaña

La zona de Las Colonias históricamente ligado a la producción tambera, comienza a mostrar una diversificación productiva. Los productores buscan nuevas alternativas para optimizar ingresos y aprovechar la genética y la biotecnología reproductiva, aunque su implementación aún presenta desafíos económicos y logísticos.
Las Colonias ha sido tradicionalmente una región de tambo, pero con el tiempo los productores comenzaron a explorar otras opciones dentro de la actividad ganadera.
Gabriel Kuchen, productor que inició su carrera en tambos y hoy lidera su propia cabaña, explicó que en la zona se observa un creciente interés por la ganadería de cría y por la gestión de cabañas con genética avanzada. “Los productores han empezado a incorporar nuevas estrategias productivas, buscando diversificar sus actividades y aprovechar el potencial que ofrece la región para la producción de carne de calidad”, señaló.
En cuanto a genética y biotecnología reproductiva, los tambos locales han avanzado principalmente en la inseminación artificial, utilizando genética de punta y contando con acceso directo a diferentes líneas. Esto ha permitido mejoras significativas tanto en la producción como en el biotipo de los animales.
Sin embargo, la transferencia embrionaria sigue siendo limitada. Kuchen explicó que este proceso requiere personal especializado, animales donantes y receptoras, y medicamentos importados, lo que eleva los costos y dificulta su adopción masiva. “Se hace algo, pero muy poco. Realmente se complica por el tema de costos y por la preparación que requiere cada animal”, afirmó.
Genética de élite
Los beneficios de estas prácticas se reflejan principalmente en los resultados de los tambos que aplican inseminación, mientras que la transferencia embrionaria todavía no impacta significativamente en la economía local.
“Lo que viene de la transferencia embrionaria proviene casi todo de afuera, tanto los medicamentos como los técnicos que no son locales, así que la economía local más que mejorar, empeora por los costos altos”, explicó Kuchen.
Respecto a la perspectiva futura, el productor señaló que algunos productores del sector agropecuario, especialmente los que se dedican a la cosecha de granos, podrían migrar hacia la ganadería.
Según señaló, esta decisión responde a la baja rentabilidad de ciertos cultivos y a los elevados costos de producción, llevando a que transformen parte del grano en carne, algo que ya se empieza a observar en la zona.
Además, explicó por qué algunos eligen la cabaña frente a la ganadería convencional: quienes se dedican a cabañas necesitan estar muy preparados, con conocimientos en genética y acceso a asesoramiento especializado, mientras que la ganadería tradicional se maneja con estrategias más simples, priorizando la cantidad sobre la calidad genética.
Fortalezas
Kuchen destacó también la fortaleza de varias cabañas locales que participan activamente en exposiciones y han logrado posicionar su genética.
“En la zona hay muy buenas cabañas que se están desenvolviendo excelentemente en exposiciones. Los que se dedican a esto han trabajado mucho en genética y conocen del tema, así que tienen un plus. Las condiciones acá son mucho más fáciles para producir animales de cría, y creo que las cabañas van a ir ganando terreno e incorporando genética hacia todo el centro del país”, afirmó el productor.
Kuchen considera que la cuenca lechera santafesina tiene un gran potencial para combinar tradición tambera con innovación genética y nuevas estrategias productivas. La ganadería y las cabañas, según Kuchen, representan alternativas estratégicas para diversificar ingresos y mejorar la competitividad del sector en la región.
“El panorama es alentador. La ganadería viene con buenas perspectivas a nivel mundial y, si se gestiona correctamente, la inversión en genética y cabañas puede ser muy conveniente para los productores de la zona”, concluyó.
En este contexto, Las Colonias se perfila como un ejemplo de cómo los productores buscan alternativas para adaptarse a nuevas realidades económicas, combinando saberes tradicionales con herramientas tecnológicas y biotecnológicas que les permiten mantenerse competitivos y proyectarse a futuro.