Los productores de esta pequeña localidad tienen aún sus campos totalmente anegados. La producción tambera está en caída libre y es imposible cosechar el maíz. La soja resiste a duras penas.

La situación de los establecimientos tamberos de Santa María Norte es muy complicada, resisten como pueden. Al día de hoy esos campos todavía tienen unos 40 centímetros de agua. Se terminaron las pasturas, a los lotes de maíz -que están listos para cosechar- es imposible ingresar y la soja que pintaba para 40 qq. se está pudriendo en los potreros.

Omar Magnín, productor tambero, explicó que si bien el agua “sigue” escurriendo, lo hace muy lento y con suerte -si no llueve- se irá en unos 4 días más. “Hoy hay todavía 40 cm. de agua, pero el miércoles y jueves había más de 70 cm. al costado de los puentes, que es donde rebalsa el canal. Antes de este desastre tenía alrededor de 100 vacas, ahora tengo 88 y seguimos sacando porque se están secando”, aseguró.

La producción en toda esta zona viene en picada. “Pasamos de 2500 a 1900 litros y seguimos cayendo, es mucha la producción que se pierde y son menos ingresos para aguantar los meses que vienen. Como cada vez que ocurren estos fenómenos lo mas bravo no es ahora, sino lo que ocurre cuando se vaya el agua: no queda nada de pasturas, hay que volver a mover la tierra, sembrar y recuperar a los animales. Esto va a costar muchos meses normalizarlo”, agregó Magnín.

Sobre este tema agregó que lamentablemente muchos productores no van a tener espalda para seguir adelante. “En la zona nuestra más de la mitad de los productores van a pensar si siguen o no. El año pasado en febrero paso lo mismo, hemos perdido todo, no nos quedo nada. Tuve que dejar los animales donde estaban, lamentablemente no pudimos encontrar lugares donde llevarlos”, precisó.

Tercer año consecutivo

Por su parte Néstor Walter, tambero y agricultor, manifestó que este es el tercer año consecutivo de pérdidas. “En los dos años anteriores hemos mal vendido 180 animales, la producción que una vez era de 1700 litros bajó a 1200 y ahora con suerte está en 800 litros. Cada año es menos el capital que queda y hay menos espalda para aguantar. En el 2013 hemos perdido 600 mil pesos de soja, en 2014 más de 900 mil pesos y este año no sabemos lo que vamos a perder”, afirmó.

Walter agregó que otro de los problemas que aquejan a la producción es la alta inflación y los precios planchados de la leche. “Los alquileres no bajan y los insumos siguen aumentando a razón de 40%. Otra complicación fue la baja del precio de la leche; en un momento mi idea era cerrar el tambo y la familia no quiso. Gracias a lo poco que se ordeña todavía se puede seguir tirando, pero el tema es hasta cuándo”, sostuvo.

En cuanto a la parte agrícola Walter sostuvo que el maíz de primera -30 hectáreas- esta para trillar, pero no se puede entrar y el de segunda se verá hasta cuándo aguanta. “La soja de primera aparentemente esta buena, el único problema son los bajos donde se está pudriendo, porque hace 20 días que tiene agua adentro. Lo último que se sembró este año se pudrió y el resto se lo llevó el agua”. Sobre este tema agregó que las 20 hectáreas que había preparado para hacer rollos se pudrió. “Tuvo 10 días agua, se perdió todo”, puntualizó.