La ciudad de Esperanza, junto a Rafaela y Sunchales firmaron acuerdos con Enarsa para la ejecución del nuevo gasoducto regional. La obra es una derivación del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA).

Luego de la confirmación del Gobierno Nacional, la intendente municipal Ana María Meiners, junto al rafaelino, Luis Castellano, y el sunchalense Ezequiel Bolatti firmaron ayer por la tarde, en Casa Rosada un convenio con Enarsa para la ejecución del nuevo gasoducto regional que vinculará, desde su conexión al Gasoducto del Noroeste en la localidad de Recreo, a los municipios de Esperanza, Rafaela y Sunchales a través de una red de 120 kilómetros de extensión.

La obra es una derivación del megaproyecto del Gasoducto del Noreste Argentino (GNEA) que permitirá la extensión de la red domiciliaria de gas en las provincias de Salta, Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes, Santa Fe y Entre Ríos. La concreción de este proyecto beneficiará a 103 localidades del noreste argentino, donde residen 1,3 millones de habitantes; y si bien este gasoducto para la región no estaba contemplado en el proyecto original, tras las intensas gestiones efectuadas, Enarsa aceptó incluirlo en la traza del GNEA.

En Santa Fe el principal obrador se encuentra en la localidad de San Justo, pero el inicio se ubica en Sauce Viejo. Si bien Rafaela, Sunchales y Esperanza ya cuenta con el servicio, el aumento de la demanda colapsó los gasoductos actuales por lo que no están en condiciones de absorber nuevos clientes, ni industriales ni domiciliarios. Para el nuevo gasoducto regional, que tendrá caños de 12 pulgadas, se construirá una estación de separación y medición en Recreo. En una extensión de 72 kilómetros casi en línea recta hacia el oeste, avanzará por sectores rurales al sur de la Ruta 70 pasando por Esperanza hasta Rafaela, y desde allí hacia el norte, el tramo final de 48 kilómetros hasta Sunchales.