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Presupuesto 2017: Santa Fe no aparece entre los distritos más favorecidos con obras

Con respecto a 2016, se espera un incremento del 35% de los fondos para obras en la provincia. En el caso de provincia de Buenos Aires, se duplica la inversión.

Durante los años del kirchnerismo, la provincia de Santa Fe se vio claramente discriminada por el gobierno central en materia de obras públicas. La pregunta frente al cambio del tablero político nacional es si esta situación realmente varió con la asunción de la nueva administración.

El proyecto de presupuesto nacional 2017 estipula un total de 1.716 millones de pesos para obras en Santa Fe, lo que representa un incremento del 35% con respecto a 2016.

Existen distintas maneras de analizar la situación. Según el economista Walter Agosto, investigador principal del Cippec, “si se toma en cuenta la inflación anualizada, los fondos para Santa Fe no sólo no verifican incrementos, sino que incluso se pierden dos o tres puntos porcentuales. Sin embargo, si se toma como parámetro la inflación del 17% que el gobierno estima para el año que viene, pues entonces la provincia sí se verá favorecida con respecto a lo sucedido durante 2016”.

Walter Agosto explicó que la mirada correcta es la que se basa en la inflación prevista para el año próximo, aunque advirtió que el 17% es un estimativo del gobierno. En gran medida, la situación dependerá de que efectivamente no se supere este cálculo de inflación.

También se puede comparar la situación santafesina con otra provincia de similares condiciones: Córdoba verá incrementados los fondos en un 22%; Santa Fe, en un 35%. Sin embargo, la inversión global para la obra pública que recibirán los cordobeses será de 2.468 millones de pesos. En el caso santafesino, serán 1.716 pesos.

Pilar esencial de la gestión

Desde el día de su asunción al poder, Mauricio Macri y su equipo de gobierno dejaron en claro que la gestión de Cambiemos se apoyaría en una serie de pilares esenciales. Entre ellos, el reingreso a los mercados internacionales de crédito, la captación de inversiones extranjeras y, particularmente, la obra pública.

Las cosas no resultaron tan sencillas como algunos -incluso dentro del gobierno- esperaban. Es que la herencia recibida del kirchnerismo fue realmente pesada y los buenos deseos del mundo para el nuevo gobierno estuvieron lejos de convertirse en un automático flujo de fondos hacia el país.

El proyecto de presupuesto nacional 2017 refleja con claridad la decisión política del gobierno de darle un fuerte impulso a la obra pública, no sólo porque se trata de un sector dinamizador del resto de la economía y porque el país requiere de urgentes inversiones en materia de infraestructura sino, además, porque será una de las cartas fuertes de Cambiemos de cara a las elecciones legislativas del año próximo.

Frente a este contexto, cada una de las provincias observa minuciosamente qué porción del reparto le toca. Saben los gobernadores que un impulso a la obra pública nacional en sus distritos también representaría un verdadero espaldarazo para sus ambiciones personales.

El presupuesto 2016 estipulaba para la obra pública una inversión total de 27.204 millones de pesos. El nuevo presupuesto pensado para el año que viene, incrementa los recursos y los eleva a 43.967 millones.

Si de mirar hacia atrás se trata, con una inflación anualizada cercana al 40%, estos números quizá no reflejen grandes cambios. Sin embargo, si se analiza esta inversión con respecto a los niveles inflacionarios que el gobierno plantea durante todo 2017, la situación cambia.

Para pasarlo en limpio: el gobierno espera que la inflación durante el año próximo sea del 17%; el aumento total del gasto público previsto en el presupuesto es del 22%; pero el incremento del gasto destinado a la obra pública llega al 35%. Evidentemente, Cambiemos decidió destinar una proporción mayor del presupuesto nacional a la obra pública.

El proyecto de presupuesto no sólo refleja los números fríos de cuánto se invertirá en cada distrito, sino también devela cuáles son las prioridades en materia política del gobierno.

En este sentido, aparecen algunos distritos fuertemente beneficiados. Buenos Aires, por ejemplo, se llevará un tercio de toda la obra pública del país. Con un total de 16.000 millones de pesos, recibirá el doble de los que recibe durante 2016.
Jujuy, gobernada por el radical Gerardo Morales, recibirá 1.901 millones para infraestructura, lo que representa un incremento del 367% con relación a 2016. Otras provincias favorecidas por el incremento en los fondos para obra pública son La Pampa (639%), Neuquén (388%), San Luis (333%), San Juan (259%), Catamarca (128%), Chubut (116%) o Tucumán (156%).

En los proyectos de presupuesto, no se explican los motivos que llevan al Poder Ejecutivo a distribuir los fondos de una u otra manera. Entonces, sólo a modo de especulación estos distritos pueden haber sido beneficiados por motivos políticos, porque antes recibían fondos insuficientes o porque el nuevo gobierno decidió priorizar la obra pública en determinadas regiones.

Sólo dos distritos recibirán el año que viene menos dinero de lo que reciben en 2016: Santa Cruz (-86%) y Salta (-12%).

Quizá resulte exagerado decir que Santa Fe resultó perjudicada por el proyecto de presupuesto 2017. Pero de lo que no hay dudas, es que no aparece entre los distritos más beneficiados.

Por José Curiotto