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San Jerónimo Norte: el Centro Cultural La Curtiembre va tomando forma

Por estos días, se ejecutaban trabajos de apuntalamiento de la estructura edilicia y mejoras en los revoques del antiguo edificio. La vieja industria que pertenecía a la familia Nanzer se convertirá en un espacio en forma de T que agrupará las expresiones artísticas y culturales de todo el pueblo.

Los trabajos que se ejecutan en San Jerónimo Norte para darle forma al futuro Centro Cultural La Curtiembre avanzan a buen ritmo y a paso firme. Desde que se presentó el proyecto en octubre del año pasado, las tareas emprendidas en el lugar ya generan un cambio significativo en lo que en su momento fue una de las mayores industrias del pueblo valesano.

Vale la pena remarcar que esta obra tiene dos objetivos principales. Por un lado convertirlo en un espacio para el desarrollo de actividades culturales y recreativas; y por el otro recuperar parte del patrimonio histórico de la localidad, dado que allí funcionó la primera empresa de San Jerónimo Norte. Actualmente se realiza el apuntalamiento de la estructura edilicia y, además, mejoras en los revoques del edificio. De esta forma se va progresando en lo que en el futuro será un espacio en común para todas las expresiones culturales y artísticas del distrito.

Que este proyecto vaya creciendo lentamente es el fruto del año y medio de planificación que demandó el diseño de esta propuesta, la que apunta a restituir y remozar el antiguo edificio perteneciente a los hermanos Nanzer. “Teniendo en cuenta la diversidad de actividades culturales que se desarrollan en San Jerónimo Norte, era necesario ejecutar una obra de esta magnitud que brindará un espacio en común para todas las expresiones culturales y artísticas de nuestro pueblo, siempre contemplando la preservación del patrimonio histórico de la localidad”, sostuvo el presidente comunal Carlos Volpato sobre la obra. Cabe destacar que en todo momento la idea contó con la colaboración de la familia propietaria, que desinteresadamente donó el predio donde se edifica esta estructura. Entre sus características principales, el nuevo sitio tendrá forma de “T”, delimitado en su lado sur por calle Sargento Cabral, y en su otro extremo por Guillermo Tell.

Un antes y un después

El arquitecto Luis Donadío fue el gestor y diseñador de este importante proyecto Cultural, que contará con aulas pensadas para disfrutar de diversos talleres que permitirán capacitar a muchos vecinos. “Hoy no tenemos un Centro Cultural público, por eso esta obra va a ser un antes y un después en La cultura del pueblo”, consideró el jefe comunal. “La utilización de la Curtiembre no tiene techo, se podrán hacer muchísimas cosas y la estructura diseñada está elaborada justamente para eso; ésta será una obra de magnitud para nuestro pueblo”, aseguró luego. No hay que olvidar que en mayo del año pasado comenzaron algunas de las tareas para poner en valor el edificio. Una de ellas implicó la restauración de la chimenea de La vieja empresa para su conservación como patrimonio histórico.

Siendo más precisos sobre todo lo que se contempla concretar en el espacio, se incluye la construcción de un parque y el reacondicionamiento de otros sectores del edificio para exhibir maquinarias y elementos de la antigua Curtiembre. A la vez se recuperará el material de los pisos y los equipos que van a formar parte del museo. Tal como se había anunciado en la presentación de La iniciativa, las tareas se efectúan por etapas. La primera implica la recuperación de toda la estructura, para luego continuar con el plan general previsto.

Industria pionera

El espacio donde funcionará el futuro Centro Cultural La Curtiembre. El lugar donde hace más de un siglo atrás había nacido la Curtiembre la Valesana, una empresa que pertenecía a los Nanzer, una familia de inmigrantes suizos que fundó el emprendimiento en el año 1888. Si bien surgió con ese nombre, posteriormente pasó a llamarse Nanzer Hermanos. Fueron las manos de Gustavo y Eduardo quienes desde el cantón de Wale trajeron este oficio tan particular a San Jerónimo Norte. La empresa se especializó en curtido de suelas para correas y guarniciones. Al inicio sólo trabajaban sus dueños, produciendo 5 cueros diarios. Medio siglo después ya contaban con 25 obreros y trataban 75 pieles por jornada laboral.

Con el correr de los años, participaron en exposiciones de diversa importancia, en donde obtuvieron varios premios. Algunas fueron en Esperanza (1900), Rosario (1903), Centenario (1910) y Roma (1912). Hacia los años setenta, La empresa producía unos 200 cueros diarios con 45 personas, destinados a elaborar suela para calzado y talabartería. En La etapa final, La fábrica era conducida por los nietos de los fundadores. Funcionó hasta El año 2010 en El mismo lugar y en manos de La familia fundadora, realizando esta actividad durante 122 años. La Curtiembre Nanzer Hermanos fue una de las primeras industrias de La localidad y cumplía una función muy importante, dado que hasta mediados del siglo pasado aquellos inmigrantes suizos que llegaban a San Jerónimo Norte, encontraban trabajo en la compañía.

Por Luis Amsler