En esta serie de entrevistas tituladas «Sueños de gloria», hablaremos con nuestros pilotos para conocer los secretos de los 35 destacados que llegarán con chances de coronar a Rafaela el domingo 7 de diciembre. En este caso, nos metemos en el Ford Falcon del representante de San Jerónimo Norte en el TC 4000.

En el TC 4000, donde la potencia manda y la regularidad define, Brian Yacob llega a Rafaela empatado en la cima del torneo y dispuesto a dejar absolutamente todo. El santafesino de San Jerónimo Norte, protagonista durante toda la temporada con su Ford Falcon amarillo, se prepara para el Gran Premio Coronación con una convicción que emociona.

Cuando se le pregunta qué daría por ser campeón, su respuesta es tan honesta como contundente.

“Por ser campeón daría todo: horas de trabajo, sacrificios personales y cada gota de energía que tenga. Dejaría atrás el miedo, las excusas y cualquier cosa que me aleje del objetivo. Ser campeón no es solo cruzar la meta primero, es demostrar que todo el esfuerzo valió la pena.”

La categoría atraviesa un nivel altísimo de competitividad, algo que, para él, vuelve todavía más especial la posibilidad de luchar por la corona.

“Ser campeón del TC 4000 sería algo muy lindo. La categoría está muy competitiva, hay muchos pilotos buenos, y llegar a ser el campeón sería una locura.”

Cuando intenta buscar un paralelo en su vida, Yacob lo asocia a los momentos más profundos que vivió lejos de las pistas.

“Ser campeón no tiene comparación. Pero si tengo que hacerlo, sería con el nacimiento de mi hija Francesca y con el de Valentino, que está por llegar ahora en diciembre. También lo puedo comparar con mis dos campeonatos en la tierra, que fueron algo muy bueno que me pasó.”

Y, si lograra inscribir su nombre en la historia grande de la categoría, sabe perfectamente quiénes serían los primeros en aparecer en su mente.

“Pensaría primero en mi familia, que siempre está bancando: mi papá, mi mamá, mi novia, mi hija, mis hermanas. También en mi grupo de amigos, en la gente y en los sponsors que me sostienen en las buenas y en las malas, y ni hablar de todo el equipo. Ser campeón sería devolverles un poco de todo lo que hacen por mí.”

Yacob llega decidido, comprometido y con el mismo fuego que lo trajo hasta acá. El TC 4000 tendrá su definición… y «El cone» quiere ser protagonista del capítulo final.