En un taller teórico y práctico, delinean acciones para mejorar las condiciones edilicias, sanitarias y de registro. Ante un potencial apertura al mercado exportador, apuntan a una estrategia superadora de la actual situación.

La semana pasada se realizó un taller teórico práctico, organizado en conjunto entre SENASA y el área de producción primaria de Milkaut. Por parte de la entidad sanitaria participaron integrantes de las distintas regionales involucradas en el tema tambo, por lo cual estuvieron presente Santa Fe Norte, Santa Fe Sur, Entre Ríos y Córdoba, quienes contaron con el apoyo de la empresa para poder visitar a los establecimientos inscriptos como proveedores habilitados para exportación.

“La empresa nos brindó en una charla el panorama internacional de mercados lácteos y del mercado interno. Luego se hizo una visita a tambos inscriptos para exportación. Vale recordar que sigue vigente la Res. 41 que rige las normas para tener un establecimiento dentro de este registro”, le dijo a Campolitoral el Méd. Vet. Javier, responsable temático de sanidad animal de la entidad.

A la hora de analizar la normativa y su puesta en funcionamiento, Aguer remarcó que van a encarar un trabajo conjunto con otras entidades como el INTA y el INTI, sobre todo en temas referentes a la calidad del agua, “determinantes para incluir a un tambo dentro del sistema”. También destacó que en cada establecimiento buscan tres puntos clave: la parte edilicia; la sanitaria; y el registro y confección de planillas. “Buscamos un equilibrio en los tres aspectos cumpliendo todas las pautas”.

El funcionario anticipó que el tema exportación se perfila con fuerza para la actividad, “por eso consideramos que es el mejor momento para trabajar con la colaboración de las empresas. SENASA está haciendo un relevamiento con check list para categorizar la totalidad de los tambos. Buscamos una categorización más profunda. Son unos 3.100 establecimientos aproximados en el centro norte”, sostuvo.

Más vale prevenir…

El Méd. Vet. Claudio Glaubert, responsable del programa de tambos y producción primaria, remarcó que el relevamiento de está haciendo a través de los veterinarios locales de cada zona con una circular que los habilita para visitar a los tambos de distinta categoría que permite realizar este check list, categorizar el nivel sanitario de los mismos y sugerir al productor algunas acciones sanitarias para llevar adelante.

“Sin la intención de competir con el veterinario privado, vemos que hay sectores que no se están manejando adecuadamente y por eso sugerimos algunos tratamientos”, sostuvo el responsable del programa, quien encabezó la lista de problemas con el control del estrés calórico, el que provoca una caída en la producción del 20 al 30 %. “El tema es muy importante y se maneja a través de la prevención, con una buena media sombra en el pre ordeñe, o adecuando los horarios de ordeño, o con dietas frescas que eviten un exceso de metabolismo endógenos en los animales. Las sombras en los comederos, los ventiladores y rociadores que reducen la temperatura, también son cosas que pueden tener un costo inicial importante, pero con un resultado costo-beneficio muy favorable”, sugirió.

Glauber también deslizó recomendaciones en el manejo sanitario preventivo en la guachera, a partir de una mejor higiene; la capacitación del personal, la limpieza del instrumental, “que no siempre se hacen adecuadamente y que permiten el contagio de patologías que se pueden prevenir fácilmente”.

Temas como el plan sanitario en la recría, un plan antiparasitario, el diagnóstico de zoonosis como la tuberculosis; la reposición en los tambos, con vaquillonas que ingresan de otros establecimientos con enfermedades asintomáticas, la mastitis y el control de la calidad de leche, también conforman el listado de tópicos que el SENASA pone bajo la lupa.

“Esto beneficia la sanidad, la salud de las vacas y el bolsillo del productor. Promovemos acciones preventivas para un mejor resultado. Y vamos sin prisa pero sin pausa, tratando de imponer al productor la importancia de una estrategia sanitaria, además de la obligatoriedad de los programas existentes. La leche sana tiene beneficios por la bonificación de la industria, por eso invertir en sanidad redunda costo beneficio”, insistió.

Fuente: Campolitoral