Campo

Más preocupaciones por la sequía

Las preocupaciones por el impacto de la sequía que afecta a la región pampeana están a la orden del día. La destrucción del capital de trabajo a quienes afectó el fenómeno climático puede hacerse sentir en la próxima campaña agrícola.

Ese fue uno de los temas de conversación en la reunión informal que mantuvieron los integrantes de la Mesa de Enlace de la provincia de Buenos Aires con el ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquís . Fue el miércoles pasado, en el restaurante de la sede de la calle Florida de la Sociedad Rural Argentina (SRA) , donde en épocas invernales se sirve un puchero de excepción.

Según informó una fuente, el funcionario de María Eugenia Vidal reconoció que las pérdidas por sequía en la principal provincia productora del país llegarán al 30% de la cosecha gruesa. Alguien le sugirió que la pérdida podría ser mayor.

En esa reunión, preparatoria de un encuentro formal que tendrán el mes próximo, le plantearon a Sarquís la preocupación por el endeudamiento de una franja cada vez más importante de productores. “En 2017 creció un 20% respecto de 2016 y en 2018 está en aumento”, explicó un ruralista.

Frente a los pronósticos de lluvias irregulares, que ponen en jaque la siembra del trigo de la campaña 2018/19 y condicionan la implantación de pasturas, varios ruralistas sugirieron que debían tomarse medidas extraordinarias. Pidieron desde moratorias hasta celeridad en las declaraciones de emergencia agropecuaria. Y reclamaron que organismos como ARBA o la AFIP se pongan en sintonía con la crisis por la sequía. Al respecto, recordaron que el organismo fiscal bonaerense cobra un 4,5% de interés por las moras impositivas y que el nacional sigue quitando productores del Registro de Granos, pese a que el Gobierno anunció la semana anterior que iban a desaparecer las penalizaciones.

Otro planteo que se escuchó en la mesa fue la necesidad de una regionalización en la excepción a campos de hasta 50 hectáreas en el aumento del impuesto inmobiliario rural. “No es lo mismo un campo de 50 hectáreas en Stroeder que en Pergamino”, se deslizó. También le explicaron al funcionario que la derogación de Ingresos Brutos a quienes facturan menos de tres millones de pesos anuales tiene zonas grises que impide ponerse en práctica para los productores agropecuarios.
Aunque saben que el ministro de Agroindustria entiende los reclamos, los ruralistas buscan comprometer en las soluciones al ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza . Quieren que se reavive la mesa fiscal para que las respuestas sean efectivas. “Planteamos que necesitamos algo que amortigüe la pérdida de ingresos por la caída de la producción”, explicó la fuente.

Fuera de los temas impositivos, en el prolongado almuerzo entre la mesa de enlace bonaerense y el ministro de Agroindustria, los ruralistas plantearon su preocupación por la situación del Mercado de Liniers , cuya mundanza al predio del Mercado Central está frenada mientras existe el compromiso con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires de dejar el predio de Mataderos a fin de este año. “Es fundamental que exista un mercado ganadero físico para la referencia de los precios”, dijeron.

Otro punto que plantearon fue la molestia del ruralismo porque la presidencia de la comisión de Asuntos Agrarios quedará en manos del kirchnerismo. Sarquís procuró calmarlos con la explicación de que Cambiemos mantiene la mayoría en la legislatura provincial.

¿Y las estimaciones?

Mientras las entidades privadas informan semana a semana sus cálculos sobre la cosecha gruesa, no hay hasta el momento datos oficiales sobre las perspectivas de la producción de soja y maíz de la campaña agrícola 2017/18 pese a que ya comenzó la trilla. El Ministerio de Agroindustria , en el informe sobre estimaciones mensuales del jueves pasado, explicó que se darán a conocer cuando apliquen su propia metodología a campo. Varios operadores del comercio de granos del exterior y del país se sorprendieron porque esperaban el cálculo oficial. Los datos oficiales son necesarios para tomar decisiones de comercialización, explican.

En años anteriores, tan criticados por el manejo que se hacía de las estadísticas públicas, ya había estimaciones sobre el volumen final de la cosecha, recuerdan. En los últimos años, además, hay diferencias importantes en los cálculos que hacen las entidades privadas y el Estado sobre maíz y el trigo. No son claras las razones por las cuales no hay estimaciones de producción en este tramo de la campaña. Siempre es mejor dar las noticias, sean buenas o malas. Así también se construye la confianza.
Por Cristian Mira