Campo

“Otra vez el pato de la boda es el campo”

Desde la Red Nacional de Productores Autoconvocados lamentaron la decisión del gobierno de reinstalar retenciones a la exportación. “Es un esfuerzo extraordinario en aras de nada”, afirman.

Antes de conocerse formalmente la decisión del gobierno nacional de reimplantar retenciones a la exportación de productos agropecuarios, desde la Red Nacional de Productores Autoconvocados Argentinos manifestaron el rechazo a tal posibilidad y solicitaron al Presidente de la Nación que apunte a bajar el gasto en lugar de volver a instalar los derechos de exportación “en aras de nada”.

En un comunicado que lleva por título “Retenciones… ¿otra vez flan?, los productores sostienen que estos impuestos “no sólo le hacen mal al campo”, sino que también alimentan “el mito del eterno retorno” que implica mayor gasto, déficit, emisión, inflación, deuda, más impuestos y más pobreza.

“Volver a instalar las retenciones es un esfuerzo extraordinario en aras de nada. Es el reconocimiento de que decidimos no cambiar. Es una capitulación. Es la declaración que vamos por más de lo mismo y que seguiremos viviendo de los que producen y de la deuda en un círculo vicioso de pobreza que ya lleva 70 años”, indica el comunicado.

El documento, sin embargo, como se confeccionó antes de los anuncios oficiales, advierte que el gobierno nacional tendrá el apoyo de los Autoconvocados, pero si el rumbo es distinto.

“Señor Presidente: cuente con nosotros para el frente de batalla. Pero que sea la batalla que corresponde”, aclaran. Se refieren a buscar la solución al problema de caja que tiene el Estado Nacional, achicando el gasto en lugar de subir impuestos. “Todo el apoyo para esta lucha y ninguno para seguir alimentando el vicio de parasitar actividades productivas con más impuestos para engordar el estado presente”.

Uno de los referentes santafesinos del Movimiento de Autoconvocados, Jorge Esponda (ex tambero y actual agricultor en Roldan, departamento San Lorenzo) se quejó de que “otra vez el pato de la boda tiene que ser el campo”.

Y explicó que el sector, que viene de soportar una fuerte sequía tras dos de inundaciones, más una caída de los precios internacionales. “Venimos con problemas económicos; estamos endeudados en dólares; y lo nuestro va a valer un 10% menos en trigo y en maíz, va a afectar muchísimo”, aseguró.

Y aclaró: “no es que el campo está fuerte, que tiene un buen poder adquisitivo; el 80/90% de los productores estamos en una situación muy mala”. Sobre todo -indicó- por la inflación, la falta de crédito y la inexistencia de políticas productivas claras.

“Que sí tienen los vecinos”, advirtió, motivo por el cual “un pequeño productor en Brasil, Paraguay, Uruguay o Chile logra el sustento para su familia, que sus hijos sigan el trabajo de sus padres y abuelos, no como en Argentina donde nuestros hijos deben buscar otros horizontes”.