La reapertura del mercado de los Estados Unidos para la carne vacuna argentina quedó, finalmente, como cuenta saldada esta semana después de 17 años de ausencia en esa plaza. En realidad, el mercado norteamericano se había habilitado en 2015, tras el panel que la Argentina había planteado ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por las demoras.

Pero, primero por la mala relación del gobierno anterior con EE.UU. y luego de una interminable cantidad de requisitos que fue poniendo ese país, parecía que el arco en la cancha no paraba de correrse.

En los papeles, el retorno ya está y el Gobierno se anotó otro punto en su política de sumar mercados. Serán 20.000 toneladas con una tarifa de 44 dólares por tonelada. Es el mismo tonelaje que tiene Uruguay pero menos que, por ejemplo, las 213.402 toneladas de Nueva Zelanda. Por fuera de la cuota habrá que pagar un arancel del 26,4%. Australia, en tanto, tiene una cuota de 418.214 toneladas al 0%. Y por fuera puede vender al 14,1%, según un relevamiento del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).

Por el acuerdo comercial con EE.UU., para México y Canadá no hay cupos ni aranceles. ¿Será Estados Unidos la frutilla del postre que tanto aguardaba la cadena de ganados y carnes por su efecto vidriera para acceder a otros mercados como Corea, México o ampliar Japón para el resto del país más allá de la Patagonia? ¿O, con China convertida en el principal comprador, EE.UU. será una frutilla más en un postre que necesita tener cada vez más frutillas? ¿Con qué se encontrarán los frigoríficos argentinos? Los números de lo que es hoy Estados Unidos impactan.

Según el Ipcva en base a datos del USDA, en 2017 ese país produjo 11,9 millones de toneladas de carne, exportó por 1,29 millones de toneladas e importó por 1,35 millones de toneladas. El consumo interno se ubicó en 36,8 kilos por habitante, un nivel similar en los últimos años. Entre otros datos, como importador el año pasado ese país compró en el mundo US$2.753.429.809 en carne enfriada y US$2.160.375.341 en carne congelada.

Son números multimillonarios frente a los US$150 a 180 millones que, en principio podría reportar la cuota para la Argentina. Esto al margen de lo que se pueda explorar por fuera del cupo (para tener una referencia, Uruguay este año por fuera de su cupo va menos de 30.000 toneladas). Sin contar los productos termoprocesados, en 2000, en la previa de perder EE.UU., la Argentina había exportado a ese mercado por poco más de US$41 millones.

En los primeros diez meses del año, China se llevó el 53,7% de las 432.152 toneladas equivalentes res con hueso que exportó la Argentina. “China va a seguir siendo el principal destino”, destacó Jorge Torelli, presidente de la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica). China hoy es un mercado de menor precio pero gran volumen. La industria y el Ipcva con sus campañas en ese mercado están haciendo esfuerzos para ir a los segmentos de mayor valor.

“Es incipiente, pero es lo que estamos tratando de instalar”, remarcó Torelli. Este directivo considera que, si alguna vez se presenta una puja por la carne argentina entre EE.UU. y China, esta podría llegar a darse en función de cómo evolucionen los segmentos de calidad. Si eso ocurre, debería ser un impulso para los precios internos de la ganadería que, vale recordar, según un reciente estudio de la Sociedad Rural Argentina (SRA) se quedaron frente a la suba de costos y hoy hay un deterioro de los resultados netos versus hace dos años.

“El postre es tener todas las frutillas y EE.UU. es una más en el postre”, subrayó Torelli. Diversas estimaciones indican que el 80% de la cuota irá para la carne para hamburguesas y el resto para cortes premium. EE.UU. paga 15% más esa carne para hamburguesas que otros compradores. Con su menor contenido graso, la carne argentina se mezclará para este caso con la estadounidense en la industria. En lo inmediato, y más allá de que algunos prevén los primeros embarques recién entrado 2019, lo que viene para los segmentos de valor es la inteligencia del mercado. “Vamos a hacer estudios de mercado”, apuntó Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores ABC.

Por: Fernando Bertello