Costos que subieron más que el valor de la producción de los tamberos, resultados económicos negativos y una necesidad de que se eliminen retenciones y vuelvan a subir los reintegros para las exportaciones de productos lácteos.

Ese es el cuadro que la Sociedad Rural Argentina (SRA), en la figura de su presidente Daniel Pelegrina, le planteó con un documento al presidente Mauricio Macri en la última reunión de la Mesa de Competitividad Lechera que se hizo en Casa Rosada, la semana pasada.

Según el diagnóstico que le acercó la entidad al jefe de Estado, la producción lechera acumula tres años seguidos de estancamiento, en parte por reiterados problemas climáticos pero también por la pérdida de rentabilidad del negocio. En 2015, estuvo en torno de los 12.000 millones de litros, bajó a menos de 10.500 millones de litros en 2016, tuvo otra merma hasta cerca de 10.000 millones de litros en 2017 y cerraría 2018 otra vez por encima de los 10.500 millones de litros.

Para la Rural, no sólo la producción estuvo marcada por el estancamiento, sino que los precios cobrados por los tamberos no acompañaron el incremento de los costos. En este sentido, en una comparación realizada desde junio de 2017 hasta noviembre pasado, allí la entidad demuestra que mientras el precio de la leche subió un 59% todos los principales insumos para la actividad superaron ese nivel.

A modo de ejemplo, el costo de la sanidad en pesos por vaca aumentó un 69%, el rollo de 500 kilos un 73%, el kilo de semilla de alfalfa un 83%, la tonelada de alimento balanceado un 146%, el herbicida 2,4D un 147% y el fertilizante fosfato diamónico un 178 por ciento.

En este contexto, de acuerdo al estudio desde junio de 2017 los resultados económicos de los productores se fueron deteriorando y pasaron a ser mayormente negativos. De hecho, en el trabajo se consigna que en los últimos meses se han estado perdiendo, según las zonas, hasta 1,70 pesos por litro producido.

Para la entidad, la única alternativa para que el productor pueda salir de la zona de rentabilidad negativa es “elevando la capacidad de compra de la cadena a partir de la exportación”. Vale recordar que la leche no tenía retenciones, pero el Gobierno puso en septiembre pasado un esquema para que la actividad tribute $3 por dólar exportado, como otras producciones. Además, antes había bajado los reintegros del 3% en leche en polvo y del 5% en quesos a 0,75 por ciento.

Retenciones En cambio, consigna el trabajo, sin retenciones y con reintegros del 3% la capacidad de pago de la exportación podría subir a 9,19 pesos el litro. Para la Rural, hay que eliminar las retenciones en este producto como “señal” para la actividad. Ante los números de la entidad, Macri escuchó y entendió la situación. Como otras veces, explicó que el contexto llevó a tomar medidas como las retenciones.

“La realidad es que la crisis continúa y no es negocio (el tambo), si bien puede haber productores que ganen plata (con esta producción)”, apuntó Pelegrina. Para el presidente de la Rural, en la lechería “no hay inversiones nuevas” desde hace muchos años. “Si fuera un negocio próspero habría nuevas inversiones”, destacó.

Más allá del estancamiento de los últimos años, cuando se ve la situación histórica en realidad el sector lleva 20 años sin poder tener un crecimiento sostenido.

“Brasil duplicó su producción y Chile subió un 40%”, comparó Pelegrina. Para el ruralista, se necesita que haya para el sector “una lechería competitiva con mirada al mundo”.

“El reclamo por las retenciones tiene que ver con una señal. La plata que se lleva el Estado no la tiene la cadena. El mundo va a demandar más leche y si no nos posicionamos lo van a hacer otros países”, indicó.

Por Fernando Bertello