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Lechería: subiría el precio al productor hasta los 11 pesos

Algunas empresas empezaron a adelantar pagos de hasta un pesos más respecto al mes anterior. Entre 60 centavos y un peso le corresponderían al incremento por cada litro, por lo tanto el promedio de la materia prima quedaría entre los 10,50 pesos y los 11.

Aunque aún la mayoría de los productores rasguñan los diez pesos por litro, según los últimos pagos por la leche de enero, este extenso feriado traería buenas noticias.

Según comenzó a trascender por parte de los gerentes de varias de las industrias lácteas, en el corazón de la cuenca lechera, los pagos por la leche de febrero que se empezarán a dar en las próximas horas, podrían tener mejoras de consideración.

Entre 60 centavos y un peso le corresponderían al incremento por cada litro, por lo tanto el promedio de la materia prima quedaría entre los 10,50 pesos y los 11.

La necesidad de asegurarse la leche cruda hace que las empresas salgan a fidelizar a sus proveedores, en tiempos donde es muy ambigua la situación ante el consumo, pero donde las oportunidades hacen que se deba operar de esta manera.

Con muchas empresas rearmándose para el consumo interno y la exportación, que van desde el ingreso al negocio de la firma Adecoagro, la nueva disposición de SanCor, pero también inversiones en líneas de producción de Saputo, Nestlé y buenos negocios de otras de mayor o menor envergadura, el horizonte permite una planificación a mediano plazo que deberá ser acompañada por la economía general para resultar.

Mientras el mercado internacional tiene precios un poco más alentadores.

De todas maneras, el consumo tiene un desafío enorme que es el de poder seguir comprando. Con precios por demás fluctuantes en items tan básicos como la leche fluida y elevadísimos números para quesos o postres, por ejemplo, las certezas deben consolidarse.

En las últimas dos semanas un litro de leche entera al público en supermercados, tanto en Capital Federal y GBA, como en el interior del país, trepó a los 44 pesos. A medida que la demanda se retrajo, en algunos casos y por determinados días se volvió hacia atrás con la remarcación, hasta los 34 pesos.

Siguen habiendo poca diferencia entre la leche larga vida y la de sachet, por lo tanto el desconcierto a la hora de comprar hace que la situación sea por demás confusa.

En esta misma línea, los quesos cremosos no bajan de los 230 a 260 pesos por kilo, incluyendo en el rango a los de menor calidad o a los que quedaron atrapados en el restringido programa “Precios Cuidados”. El resto de los blandos suben mucho más allá, cerca de los 400 pesos, casí como los semiduros y duros, que precisan una mayor guarda.

Yogures, postres y flanes son objetos de lujo en cada ticket de compra y eso explica un redimensionamiento por marca en las heladeras, donde las calidades empiezan a pesar más que nunca. Invertir en un postre hasta 50 pesos debe tener como consecuencia un resultado de sabor que lo justifique.

La crisis trae restricción, pero a la vez más exigencia por parte del consumo y debe la industria en esta carrera entrenar una respuesta mejorada.
Por Elida Thiery