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Lácteos Verónica inició su plan de recuperación

La empresa intentó un Proceso Preventivo de Crisis y luego de varias negociaciones dio vuelta la decisión y ahora está decidida a sumar materia prima, sin despedir a ninguno de sus más de 500 empleados en tres plantas de la provincia.

El año había comenzado muy complicado para lácteos Verónica. Un rumor interno indicaba una suerte de inicio para un proceso de salvataje para la firma que tiene más de 500 trabajadores y tres plantas en la provincia de Santa Fe que procesan unos 400 mil litros diarios de leche cruda, aunque su sede administrativa esté en Buenos Aires.

Desde aquel enero, hasta el proceso de marzo que abrió la posibilidad de firmar ante el Ministerio de Trabajo provincial un Proceso Preventivo de Crisis para la empresa, pasaron muchas negociaciones y todo terminó en la nada.

Fue ante los delegados de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina que la industria intentó formalizar la flexibilización del trabajo y abrir la puerta a posibilidades de despido, además de habilitar la continuidad del pago irregular de salarios o la falta de horas extra o el trabajo durante los feriados, sin embargo la mediatización del caso y el cambio de panorama en el negocio lechero hicieron que toda la planificación se deshiciera.

La última reunión se llevó a cabo el 17 de abril en Buenos Aires, donde Verónica no presentó propuesta alguna y de esa manera las sospechas empezaron a cundir y se habría confirmado por parte de los abogados de la gremial que en la Capital Federal la empresa estaba tramitando el concurso de acreedores, o sea, la quiebra.
Al mismo tiempo un grupo de trabajadores presentó un resguardo colectivo, a modo de amparo, comunicado por carta documento en la que también se detallaba los movimientos tendientes al vaciamiento de las diferentes plantas.

Esto recibió una respuesta formal de Verónica en la que se negaron estas intenciones y a partir de ese momento se dieron pautas de cambio en la actividad cotidiana de la firma.

El último día de abril fue despedido el Gerente General, mientras que dos días después se jubiló la persona que estaba encargada de la gestión de Recursos Humanos, a partir de lo cual un integrante del directorio está ahora a cargo de esas funciones.

Lo que se escucha en los pasillos de las plantas de Totoras, Lehmann y Suardi es que “a la empresa la quieren recuperar” y que “ya se desistió del plan de desguace”, ya que los indicios de la crisis habían comenzado con un vaciamiento en la recepción de materia prima, afectada por la merma productiva del verano e incrementada por la competencia por la leche.

Actualmente Verónica salió a recaptar leche cruda, se puso a tono con los precios del mercado e incluso hubo adelantos de dinero para los tambos que volvieron o necesitan indicios de fidelización.
Es evidente el cambio en los movimientos, que existe un plan de reestructuración, donde pareciera que el gremio actúa como aval, mientras se aguarda la normalización de las mínimas condiciones de trabajo.

No hubo despidos en todo este proceso, falta aún percibir el aumento de los salarios por convenio, del mes de febrero y se supone que para junio se volvería a unificar el pago de los sueldos, que se venían percibiendo en cuatro cuotas cada mes. En una etapa posterior se supone que llegará el tiempo de cobrar con mayor normalidad los aguinaldos, que vienen siendo abonados de manera irregular desde hace dos años.

Cabe destacar que desde 2016 la empresa Verónica tiene compromisos financieros con la provincia, momento en el que se hicieron las últimas inversiones en líneas de producción que permitieron incorporar, por ejemplo, la leche envasada en tetra pacck. A partir de la inundación de 2017 se complicó el panorama para la empresa y actualmente tiene un pendiente con diferentes entidades bancarias que supera los 1.100 millones de pesos, sin embargo no registra cheques rechazados.

Por Elida Thiery