Campo

El campo, tras el lugar que le corresponde

En el medio de la discusión poco edificante sobre candidaturas, desde el campo hay intentos por levantar la mirada un poco más allá y abrir la discusión sobre propuestas concretas.

Las cuatro entidades gremiales que componen la Comisión de Enlace -Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Federación Agraria Argentina (FAA) y la Comisión Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro)- están dando los toques finales a un documento sobre propuestas para la agroindustria y el país que llevarán a los candidatos presidenciales que se presenten en los comicios de octubre.

El presidente de la SRA cuando se le pregunta si también intentarán reunirse con la principal fórmula de la oposición, Alberto Fernández-Cristina Kirchner, protagonista del conflicto por la resolución 125, en 2008.

“Conocemos el archivo y la historia de cada uno, pero queremos que estos encuentros sirvan para que nos escuchen y también contarle a nuestra gente las respuestas que recibimos, eso les servirá para decidir su voto”, explica el ruralista. La SRA ya había elaborado un documento con propuestas propias y ahora está consensuando otro con la Mesa de Enlace.

Por su parte, el presidente de CRA, Dardo Chiesa, explica que el trabajo tendrá como eje el reconocimiento al agro como el principal sector de la economía que genera divisas, pero que, al mismo tiempo, no se lo tome como un mero objeto de recaudación de
ingresos fiscales. “Buscamos posicionar al campo”, dice. Explicarán que se pueden alcanzar mayores niveles de producción si se impulsan una serie de medidas que reduzcan la presión impositiva y que se sostenga el desarrollo de la infraestructura.

“También haremos propuestas sobre medio ambiente y pondremos énfasis en la sustentabilidad”, sostiene Chiesa.
Para Pelegrina, el documento forma parte de un trabajo para concretar un diálogo con quien resulte ganador en los comicios de octubre próximo.

Del oficialismo ya se conoce lo bueno y lo malo. Con la Secretaría de Agroindustria el diálogo es frecuente. El lado flaco está en lo fiscal. La discusión crítica, en caso de ganar la fórmula Macri-Pichetto, será sobre los derechos de exportación que, en teoría, caducan para todos los sectores, salvo para el complejo sojero, en diciembre de 2020.

En la principal fuerza de la oposición -según las encuestas- hay incógnitas sobre si prospera una línea moderada como la que encarna el equipo económico que asesora a Alberto Fernández o si impera la visión radicalizada que emana del Instituto Patria. Allí,
como si los días de la 125 no se hubieran terminado, se sigue hablando del campo como “oligarquía”.

En esa línea se suman varios legisladores del Frente para la Victoria en las provincias que impulsan proyectos antiproductivos como las restricciones al glifosato y a las aplicaciones de agroquímicos. En Chubut hubo un ejemplo reciente de ello. Más allá de las elecciones, la Argentina tiene oportunidades inmejorables con la
agroindustria: sin subsidios ni protecciones exorbitantes puede atraer todavía más inversiones y generar desarrollo en todo el territorio. Claro, nadie regala nada.

La globalización, que parecía no tener techo a principios de la década del 90, está siendo amenazada por el proteccionismo. De allí la dificultad para que prosperen satisfactoriamente las negociaciones sobre libre comercio. “El resultado del acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea nos puede dejar con
sabor a poco, pero será muy importante para revitalizar otras negociaciones como las de Corea del Sur o Canadá”, dice Pelegrina.

“Si logramos pasar a comerciar con bajos aranceles del 8 al 30% del PBI mundial veremos cómo el comercio es un vector del desarrollo”, añade. En el Gobierno reconocen que la resistencia de Francia e Irlanda al acuerdo es fortíisima, agravada, además, por el proceso de salida de Gran Bretaña de la UE.

A cambio de eso, el Gobierno exhibe en su favor la apertura de mercados vía acuerdos sanitarios o bilaterales. Sin restricciones al comercio exterior, como las que hubo en el anterior gobierno, la agroindustria tiene más posibilidades de expansión.

Por Cristian Mira