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Las mayores exportaciones de carne en 14 años: 350% más altas que en 2015

En agosto se exportaron 79 mil toneladas, una cifra mensual que no se alcanzaba desde 2005. El promedio mensual de 2019 son 60 mil toneladas; cuatro años atrás, eran menos de 17 mil.

El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, celebró los números que dejaron las exportaciones de carne bovina en agosto.

Según la cartera agropecuaria, se enviaron al exterior 79.010 toneladas (equivalentes res con hueso), casi un 50 por ciento más que en el mismo mes de 2018.

Etchevehere aseguró que ese nivel de envíos no se registra desde 2005, antes de que el kirchnerismo avanzara con una serie de obstáculos, como la implementación de ROEs y retenciones, que perjudicaron a la industria y “eliminaron miles de fuentes de empleo”.

Alcanzamos niveles que teníamos en 2005, antes de que cerraran las exportaciones. En 2006 el gobierno anterior cerró las exportaciones, y eliminó miles de fuentes de empleo. Hoy ocurre lo contrario! La economía crece a partir del intercambio comercial #SíSePudo #SíSePuede

— Luis Etchevehere (@lmetchevehere) September 30, 2019
De acuerdo con el informe mensual del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), la expansión de los volúmenes exportados en agosto fue del 51,2 por ciento. Además, la carne trajo 290,5 millones de dólares el mes pasado, 64,5 por ciento más que en igual mes de 2018.

En cuanto al acumulado anual, el volumen entre cortes enfriados, congelados y procesados alcanza a las 481.700 toneladas.

El promedio mensual del año se ubica en 60.200: es 3,6 veces más que las 16.600 con que finalizó su mandato Cristina Fernández.

Con estos números, la exportación ya se lleva el 29,1 por ciento del total de carne producida en Argentina. En ocho meses, la carne vacuna ingresó divisas por 1.711 millones de dólares.

Cuello de botella

En este contexto, el último informe de coyuntura del mercado ganadero de Rosario (Rosgan) advierte sobre una suerte de cuello de botella que se estaría registrando en la industria cárnica argentina, con los frigoríficos exportadores trabajando a plena capacidad y sin posibilidades de absorber una oferta de hacienda que sigue siendo abundante.

“Mucho se ha hablado de la disociación que existe en estos momentos entre consumo y exportación. Sucede que la capacidad de faena de las plantas exportadoras es limitada y actualmente se encuentra prácticamente en plena ocupación, a diferencia de las plantas destinadas a abastecer el mercado doméstico que apenas cubren el 60 por ciento de su capacidad”, subraya el Rosgan.

Hasta enero no habría chances de que mejor el precio de la hacienda
Y agrega: “Esto resulta en una exportación incapaz de absorber el excedente de oferta que está volcando la producción, no ya por falta de demanda sino por restricción en la capacidad de procesamiento, en especial de almacenaje”.

Para el Rosgan, la incapacidad de la industria exportadora de responder a esta mayor disponibilidad de hacienda se debe a que “Argentina no estaba ni por asomo preparada para casi duplicar su exportación en un año”.

En este contexto, desde el mercado rosarino afirman que el sector podría estar frente a un cambio de paradigma. Históricamente, el consumo interno fue el primer en abastecerse y se exportaban los saldos. Bajo la coyuntura actual, asoma una tendencia completamente distinta.

“Exportamos cuanto podemos procesar y el resto queda como ‘saldo’ para el consumo doméstico, consumo que actualmente se encuentra sobre abastecido. ¿Será que estamos transitando el principio de un cambio de paradigma entre mercado doméstico y exportación?”, se pregunta el Rosgan.

Fuente: Agro Voz