La causa es que las lluvias de esta semana llegaron tarde para recuperar la condición del cultivo en algunas zonas de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires.

La reactivación de las precipitaciones, está última semana, no va a ser suficiente para evitar pérdidas en los rendimientos del trigo en los lotes de la zona núcleo, advierte un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

“Los trigos están desplegando su hoja bandera y las lluvias no van a alcanzar para recuperarlos. Ya se estiman pérdidas de rinde de 10% a 40%”, advierten los técnicos de la Guía Estratégica del Agro (GEA) de la Bolsa rosarina.

En el centro de Santa Fe, por ejemplo, la larga racha de días sin lluvia durante agosto y septiembre le puso un techo al potencial de rinde, y se proyecta que el cereal rendirá entre un 10% y un 15% menos.

En el sur de Santa Fe, el oeste bonaerense y el este cordobés, el estrés hídrico en las plantas es más severo y las pérdidas estimadas van del 20% al 40%, y pueden agravarse si no llueve.

“El 25% de los cuadros está en condiciones regulares, 30% bueno y 45% muy buenos. Los pronósticos no son alentadores y si no llueve pronto hasta los lotes muy buenos sufrirán un gran impacto, ya que no podrán expresar en rinde la gran cantidad de macollos que formaron con el clima frío”, avisan los técnicos.

Los que están espigando, un 5% de esos lotes, son los que tendrían las mayores pérdidas. El 35% está con la espiga embuchada y resto entre hoja bandera y encañazón.

Durante esta última semana, el patrón de lluvias escasas y salpicadas en pequeñas porciones volvió a imponerse. En la zona núcleo, el acumulado más importante se registró en Rosario con 22,8 milímetros en toda la semana, seguido por General Pinto con 20 milímetros.

El sudeste de Córdoba y el extremo sur de Santa Fe siguen a la espera de agua, en condiciones de sequía. Para recuperar condiciones óptimas de humedad se necesitan lluvias con promedios de 120 a 140 milímetros en gran parte de Córdoba.