Campo

El agro levanta la voz para evitar piquetes en la ruta del crecimiento

Retenciones como en 2015 serían inviables para el negocio agrario. El maíz sería un negocio a pérdida en casi todo Córdoba. El gobernador Juan Schiaretti pidió “cuidar el campo” porque “invierte en el país”.

Tranqueras adentro, es natural asociar el nombre de Alberto Fernández a la palabra retenciones. No deja de ser aquel hombre que en 2008 era jefe de Gabinete de Cristina Fernández y encabezaba cada una de las reuniones con la Mesa de Enlace, en las que se buscaba una salida al conflicto por la resolución 125.

Algunos lo recuerdan como un intermediario con quien al menos se podía dialogar. Otros no niegan que era una persona que los escuchaba, pero lo acusan de haber practicado en ese entonces la estrategia del tero: cantar una cosa ante los ruralistas, muy diferente a la que se planteaba luego en los nidos de decisión del kirchnerismo.

Como fuere, aquel rol lo transformó en una figura que no es neutra para el agro. Y que volvió a adquirir protagonismo en las últimas horas cuando, en una entrevista con Página 12, declaró: “Todos los que producen tendrán que hacer un esfuerzo. Lo tendrá que hacer el sector del petróleo, el minero y el del campo”.

En los ámbitos rurales, y en los no vinculados al campo también, se leyó esta opinión como una confirmación indirecta de que se viene un aumento de las retenciones. Desde el domingo hasta ayer, pulularon las respuestas, que surgieron desde todos los flancos. Hasta del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, quien le contestó que hay que “cuidar el campo”.

Debate interno

Horas antes de conocerse estas afirmaciones de Alberto Fernández, la Sociedad Rural Argentina (SRA) había reunido a sus directores y delegados zonales, quienes emitieron una declaración en la que rechazaron un aumento de impuestos como salida a la crisis.

Uno de los referentes de la SRA que participó de la reunión reconoció que el ánimo entre los productores es de mucha incertidumbre y preocupación, ante la posibilidad de que retornen políticas que traben la producción. Pero también admitió que hay muchos chacareros, sobre todo autoconvocados y por fuera de las entidades gremiales, que pretenden volver a estacionar los tractores en las banquinas ante cualquier política que actúe como un piquete productivo.

¿Cuál es el límite para que esto no ocurra? Según el dirigente consultado, el diálogo. “Aunque pequeña, hay una apertura a que nos escuchen y no debemos olvidar que el campo es el único capaz de generar dólares genuinos en el corto plazo, y esa es la principal necesidad que tienen en este momento. Con los precios internacionales bajos como están hoy, no hay margen para locuras. Pero si las hacen, seguro habrá protestas”, razonó.

Para otro ruralista cordobés, una postura común es que se puede tolerar una actualización de las retenciones, pero no un nivel que ponga al negocio en rojo. Es decir, que el derecho de exportación de tres o cuatro pesos por dólar, que se estableció con un tipo de cambio por debajo de 40 pesos, se eleve en función de que el dólar hoy supera los 60.

En cambio, restablecer las alícuotas que regían hasta 2015 no tiene tolerancia posible. Por ejemplo, un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba afirma que, con 20 por ciento de retenciones el maíz no sería rentable en la provincia, salvo en zona núcleo.

En este contexto, para los productores el dato que sigue sin pasar inadvertido es el mapa que muestra al centro del país y a las zonas productivas de Buenos Aires pintadas de amarillo. “Más que un apoyo a Macri, ese 41 por ciento es gente que votó para que no la avasallen. Y que está dispuesta a salir a la calle si lo hacen, más con lo que está sucediendo en otros países de la región”, analizó uno de los dirigentes.

Esa es otra espalda que encuentran los productores para levantar la voz y pedir que no vuelvan políticas que en el pasado fueron piquetes que obstaculizaron la ruta de crecimiento del sector.

Por Favio Ré