Técnicamente el aumento será del 55,5 por ciento en el año, pero el acuerdo incluiría compensaciones de la inflación atrasada de 2018 y adelantos por la suba del costo de vida proyectado para 2020.

Venciendo el día de hoy -por ayer- la conciliación obligatoria, la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, comienza a debatir en asambleas en las empresas si acepta la propuesta que lleva a una suma del 61 por ciento la paritaria.

Este año los salarios terminaron teniendo en julio un esquema de subas, con el 25 por ciento, añadiendo 12 por ciento en julio, 6,5 para septiembre y en noviembre otros 6,5 puntos porcentuales.

Fue con el final de octubre que con la imposición de un paro nacional se agilizaron las negociaciones de un ajuste paritario, de acuerdo al desfasaje de la economía nacional. En un comienzo se hablaba de un ajuste total del 55 por ciento que no tuvo acuerdo y ahora la cifra trepa al 61 por ciento.

Según se oficializó a través de un comunicado de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas, se añadirían 36 puntos porcentuales a los 25 originales. Serían entonces agregados 10 por ciento en noviembre, 6 puntos en diciembre, 7 en enero, 7 en febrero, e incluso se adelantarían con seis puntos en marzo los ajustes salariales del año próximo. Estos seis puntos se pueden desglosar con un punto por ciento que reconoce la inflación atrasada en paritarias de 2018, medio punto más del cálculo inflacionario oficial que está dado en el 55,5 por ciento y 4,5 puntos más como adelanto real de los ajustes de precios.

La disconformidad de la gremial está dada en que los aumentos que se ofrecen desde la industria son no remunerativos y no acumulativos.

Cabe destacar que en julio Atilra consiguió seguir sosteniendo lo que se conoce como el aporte solidario mensual que por empleado las empresas hacen directamente al sindicato, para uso en la salud, siendo 750 pesos para las pymes y 1.500 para las empresas grandes. Del mismo modo, obtuvieron un pago extraordinario de ocho mil pesos por empleado para la Obra Social del Personal de la Industria Lechera, siendo entonces el único gremio en el país que consigue dos aportes directos para la salud.

Mientras se aguarda la definición de los trabajadores a través de sus representantes gremiales, en el mencionado comunicado Apymel reconoce la difícil situación reinante”, por lo tanto, “la propuesta que realizamos, la entendemos como un gran esfuerzo social, sabiendo que no todos nuestros representados podrán afrontarlo y pondrán el mejor esfuerzo, para cumplir en tiempo y forma”.

“Hacemos un llamado a los trabajadores de la industria láctea, a nuestros empleados de las más de 700 pymes, que trabajamos todos los días para garantizar el abastecimiento lácteo y evitar tirar leche que no podremos recolectar en los tambos, para que analicen en dichas asambleas, con detenimiento y responsabilidad, la oferta que hemos realizado”, concluye la comunicación.

Ya existe desde el gremio al advertencia de la posibilidad de generar una medida de fuerza de proporciones, renovando un método de negociación que está instalado hace años, superando toda la formalidad que la propuesta consiguió con la firma del detalle del ajuste salarial frente a las autoridades del Ministerio de Trabajo de la Nación.

Por Elida Thiery