Campo

El silencio marca lo complicada que está la negociación paritaria lechera

Desde la primera reunión paritaria, que comenzó con una postergación por parte del Ministerio, los actores fueron mostrando diferentes cartas, tanto en la mesa de negociaciones como fuera de la misma.

La primer sorpresa fue la aparición de SanCor en esa primera reunión paritaria, que tuvo como consecuencia un reclamo del CIL objetando que la Cooperativa se haya sentado en la mesa de negociaciones. Ese reclamo fue atendido por el Ministerio y SanCor quedó excluido en las siguientes instancias.

Mientras se realizó una segunda reunión que acercó un poco a las partes, Atilra inició ante el Ministerio un reclamo por contagio de trabajadores y falta de protocolos anti Covid en algunas empresas, al mismo momento que difundió videos de supuestas amenazas del dueño de una Pyme a trabajadores.

Se acercaba la tercera de las reuniones, y en la previa el CIL denunció a Atilra de no respetar la conciliación obligatoria realizando asambleas de hasta cuatro horas por turnos en algunas plantas lecheras, por lo que solicitó que “se suspenda el cómputo de los plazos de la conciliación hasta que se cumpla efectivamente con la misma”, aduciendo “mala fe negocial” por parte del gremio y además, pidiendo la inmediata intervención del Ministerio para que inspeccione los casos de las empresas. Este es el documento: Presentación-del-CIL

Pese a todo, había optimismo para que en la reunión que iba a realizarse ayer se pudiera alcanzar un acuerdo, ya que las partes habían achicado varios puntos que estaban en la negociación. En la previa el gremio publicó un video en sus redes sociales acusando a las empresas de aprovechar la coyuntura del Covid para incrementar sus ganancias a costa de los trabajadores.

Seguía la disputa en los medios de comunicación a horas de sentarse a la mesa de negociaciones.

Pero ayer, cuando terminó la reunión, todos se llamaron a silencio, se ve que los ánimos con los que salieron los protagonistas de la misma no fueron los mejores. Ninguno de los presentes en la reunión hizo declaraciones oficiales o en privado, cuando en instancias anteriores además de partes de prensa, llamadas telefónicas y mensajes, hasta se filtraban las actas de las reuniones apenas estas terminaban. Algo no está funcionando, el silencio marca la tensión que se está alcanzando.

Lo único que se sabe oficialmente, es que se pasó a un cuarto intermedio. Y de manera extraoficial que el punto más conflictivo es el aporte que pide Atilra para financiar la Obra Social. Mañana habrá una nueva reunión, pero ya no se siente el optimismo de hace unos días ante el fracaso de ayer.

Por Damián Morais