Con casi 3,4 millones de hectáreas sembradas, la siembra de trigo llegó a su etapa final registrando una importante caída respecto de su ciclo anterior (4,66 M de has sembradas). De esta manera, la Bolsa de Comercio de Rosario recortó su estimación para la campaña triguera 2015/16, cuyos factores determinantes fueron los malos resultados económicos y la incertidumbre comercial.

Según señala el informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa, las provincias del NOA y del NEA, Entre Ríos y Santa Fe lideran los mayores niveles de caída de superficie: del 35% al 65% respecto del año pasado. En Santa Fe no hubo problemas de excesos y falta de agua en las siembras, sin embargo, la mayor limitante fue el margen negativo proyectado para el cultivo.

Mientras que en Entre Ríos, los problemas de falta de humedad acentuaron los severos problemas económicos y, por el lado del NOA y NEA, la reducción llega casi al 50%.

Por otra parte, el sudeste de Buenos Aires, una zona triguera clave y de gran aporte al volumen de producción nacional, había tenido una recuperación de superficie importante el año pasado, con una siembra de 700 mil ha. Este año, las condiciones de implantación fueron excelentes por las lluvias recibidas en julio; sin embargo, los problemas comerciales y los resultados económicos en los cultivos de veranos y el ciclo anterior del trigo, limitaron la superficie y la tecnología de implantación.

Complicaciones por las intensas lluvias

Un dato importante a tener en cuenta son las importantes precipitaciones acontecidas en los últimos 13 días, que superaron un acumulado de 150 mm sobre los cuadros trigueros del este de la provincia de Buenos Aires y que también complicaron el sur de Santa Fe y parte de Entre Ríos. “En suma, sería un área cercana a 500 mil hectáreas de trigo. Si las lluvias dan una tregua de 15 días, las pérdidas de superficie podrán quedar limitadas a los lotes de zonas bajas, aunque la pérdida de nutrientes limitará el potencial de rinde”, señala el informe de GEA. Además, advierte que con este panorama, se alza sobre la campaña el principio de un escenario muy propicio para el desarrollo de enfermedades.