Incidentes en el Valesanito: un violento enfrentamiento empañó la fiesta del fútbol infantil
Un enfrentamiento entre adultos empañó la jornada del Torneo Internacional Valesanito, uno de los eventos infantiles más grandes de Sudamérica. Golpes, palos y tensión en el camping mientras organizadores pedían calma a profesores y delegaciones.
El Torneo de Fútbol Infantil Valesanito volvió a convertirse este fin de semana en el epicentro del deporte formativo sudamericano. Pero esta vez, la fiesta quedó opacada por un violento episodio protagonizado por quienes menos deberían ser noticia: los adultos.
Según confirmaron testigos y trascendidos provenientes de delegaciones participantes, un grupo de padres pertenecientes a Colón de Santa Fe y Racing Club se enfrentó a golpes de puño y con palos en la zona de camping del Club Atlético Libertad de San Jerónimo Norte.
La escena, absolutamente impropia para un torneo que convoca a más de 5.000 chicos, generó indignación y preocupación entre organizadores, profesores, dirigentes y familias que se encontraban disfrutando del fin de semana deportivo.
Los organizadores evitaron brindar mayores detalles, pero remarcaron que se trató de un hecho aislado en el marco del histórico evento que ya tiene reconocimiento internacional. Aun así, el impacto de las imágenes y relatos obliga a replantear el rol de los adultos en espacios pensados exclusivamente para el desarrollo y disfrute de los niños.
Tensión previa y un audio que anticipó la preocupación
Horas antes del escándalo, se había viralizado un audio de WhatsApp del coordinador del torneo dirigido a los entrenadores y profesores de las delegaciones. Allí, pedía explícitamente “bajar un cambio” ante los reiterados reclamos arbitrales y el clima de tensión que, según describía, venía creciendo entre algunos adultos.
El mensaje buscaba evitar exactamente lo que finalmente ocurrió: un estallido de violencia entre padres que poco tiene que ver con los valores del deporte formativo. El audio fue compartido rápidamente entre los participantes y organizadores, quienes intentaban sostener la calma en un evento que lleva más de 25 años construyendo prestigio y proyección.
La respuesta institucional fue inmediata. Se reforzó la seguridad interna y se contuvo a las familias y profesores que se acercaron a denunciar la situación. Sin embargo, la preocupación persiste: ¿qué responsabilidad asumen los adultos cuando los chicos están mirando?
Club Libertad de San Jerónimo Norte fue sede del torneo
Un testimonio que revela la tensión previa al incidente
Entre los asistentes, varias familias relataron que el clima se había tensado incluso antes de la pelea. Un papá que presenció parte de la jornada describió que todo comenzó en la categoría 2017, donde Colón y Racing venían compitiendo cabeza a cabeza. “Estaban jugando los cuartos de final y terminaron definiendo por penales. Había mucha euforia y muchos nervios”, contó.
Según su relato, la situación se desbordó cuando familiares de ambos equipos comenzaron a cruzarse en la zona del alambrado. “Una abuela hizo un comentario sobre el triunfo de Colón y una asistente de Racing salió a cruzarla desde la tribuna y empezó los golpes. Después se sumaron más personas y se armó el descontrol”, relató.
El testigo remarcó que, por fortuna, los chicos no llegaron a presenciar la escena. “Nosotros estábamos en otra cancha, en la final con otra categoría. No vimos el momento exacto, pero después nos enteramos de que la categoría completa había sido descalificada. El profe estaba devastado porque los chicos no tenían nada que ver”, agregó.
Un torneo de élite que merece respeto
Valesanito nació hace más de dos décadas con un propósito claro: ofrecer a los más pequeños una experiencia deportiva de nivel internacional, con organización profesional, competencia sana y un marco de respeto absoluto.
Hoy, con más de 150 instituciones y miles de participantes, es considerado el torneo de fútbol infantil más grande de Sudamérica. Durante cuatro días, clubes de todo el continente llegan a San Jerónimo Norte para competir, convivir, formarse y disfrutar del deporte.
El formato —zonas de cuatro equipos, clasificaciones y etapas de playoff— convierte al evento en una especie de “mundial” infantil. Las canteras de los clubes más importantes del país lo utilizan para potenciar talentos, observar rendimientos y darles a los chicos una experiencia inolvidable.
La magnitud del torneo exige organización, responsabilidad y compromiso. Por eso, cada incidente protagonizado por adultos tiene un impacto doble: afecta el clima interno y daña el prestigio ganado por la institución organizadora después de décadas de trabajo serio y sostenido.
Fuente: EL LITORAL