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Producir en un país normal

Cobro de regalías en Uruguay no constituye un inconveniente. A diferencia de lo que sucede en la Argentina, la mayor parte de los productores pagan regalías en soja sin problema.

En Uruguay –a diferencia de lo que sucede en la Argentina– el cobro de regalías por el uso de desarrollos genéticos y biotecnológicos en semillas no constituye un inconveniente.

En 2014 el 57% de los cultivares protegidos de soja empleados por productores uruguayos correspondió a semilla certificada, mientras que el 43% restante fue “uso propio” con pago de regalías. En trigo tales porcentajes fueron el año pasado de 54% y 46% respectivamente.

El primer dato es que en Uruguay el monto abonado por semilla original, multiplicado por 1.5, puede descontarse del Impuesto a la Renta (equivalente a Ganancias en la Argentina). El costo de la semilla de soja certificada en la última campaña 2014/15 osciló entre 1,0 y 1,2 u$s/kg. Esa política tributaria contribuye a promover la comercialización de cultivares certificados.

El segundo dato es que en el mercado uruguayo la comercialización de semillas autógamas se realiza en el marco de un acuerdo denominado “valor tecnológico” por medio del cual el productor acepta pagar una regalía por el uso de semilla de propia multiplicación. El costo promedio de la regalía en la última campaña en soja fue de 0,1 dólar por kilo guardado para sembrar.

El organismo encargado de auditar el proceso es la Asociación Civil Uruguaya para la Protección de los Obtentores Vegetales (Urupov), la cual está integrado por las principales compañías semilleras que operan en el mercado oriental.

Al finalizar la cosecha, el productor debe informar los kilogramos guardados de cada variedad para “uso propio”. En caso de no guardar semilla, debe informar el destino que le dará a la misma. Un inspector de Urupov realiza una visita, después de la siembra, para confirmar cuánto se sembró de lo declarado como guardado; luego de esa verificación, el empresario recibe una factura con el monto correspondiente. Casi la totalidad de los productores uruguayos que hacen uso propio de soja y trigo abonan las regalías correspondientes.

En la Argentina se estima que en el ciclo 2014/15 el uso de semilla certificada de soja fue del orden del 15% del total, mientras que al menos otro 10% debería incluirse en el sistema de “regalía extendida” (correspondiente a la semilla protegida de propia multiplicación). El porcentaje restante corresponde a “uso propio” tanto legal como ilegal.

Fuente: Valorsoja.com