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Lechería: del productor a la industria, una cadena en problemas

Los tamberos tuvieron en el ciclo 2015/2016 la rentabilidad más baja en 20 años; perdieron nueve a 10 pesos por cada 100 invertidos, según estima Juan Manuel Garzón, investigador jefe del Ieral.

El año pasado los productores tamberos tuvieron la rentabilidad más baja en 20 años; perdieron de 9 a 10 pesos por cada 100 invertidos. Esta es una de las razones por las que se cierran 450 a 460 tambos por año y que hayan llegado a 11 mil en la actualidad.

El año pasado, la producción de leche cayó 12,5 por ciento, la baja más importante desde 1970, con lo que sumó 1.400 millones de litros según el economista.

“La menor producción de leche y la caída de consumo fueron muy negativas para la industria. Algunas venían con las defensas bajas, costos operativos altos y deudas importantes. Para el ciclo 2016/2017, los tambos medianos (desde 230 vacas en ordeñe) van a dejar de perder plata, con lo cual la producción va a empezar a estabilizarse si no hay problemas climáticos”, señala Garzón.

No sólo SanCor tiene problemas financieros. Los balances de Mastellone (La Serenísima) dieron pérdidas en los últimos tres años y sólo mejoró porque Arcor tomó el 25 por ciento de las acciones por 60 millones de dólares.

Miguel Paulón, titular del Centro de la Industria Lechera (CIL) advierte que el problema es que la industria trabaja al 60 por ciento de su capacidad instalada, con costos laborales que llegan al 25 por ciento del gasto industrial y un ausentismo que ronda el 15 por ciento tras un feriado. “La única salida es recuperar productividad y eficiencia”, asegura.

Fuente: La Voz