El mercado ganadero de Rosario (Rosgan) dio a conocer su reporte semanal en el que analizó los datos de exportaciones de carne vacuna en junio y el efecto que está teniendo en la industria cárnica las restricciones al comercio exterior impuestas por el Gobierno.

En base a los últimos datos informados por el Indec, el Rosgan concluyó que los embarques totales de junio alcanzaron las 34.775 toneladas peso producto, que equivalen a unas 49.104 toneladas res con hueso.

Esta última cifra está 33 por ciento por debajo del mismo mes del año pasado; en términos reales, unas 25.000 toneladas menos.

Y además, si las cifras se comparan con las 88.700 toneladas de mayo, la plena vigencia del cepo exportador redujo 45 por ciento, o casi 40 mil toneladas equivalentes, los envíos de junio con respecto a los del mes anterior.

De esta manera, el primer semestre culminó con exportaciones totales por 419 mil toneladas equivalentes res con hueso, un tres por ciento más que las 405 mil del mismo período de 2020.

Pero según el Rosgan, la cifra podría haber sido muy superior: “De no haberse interrumpido la tendencia natural que venía marcando el mercado la cual, hasta abril –sin ningún tipo de intervención– acumulaba un crecimiento del 14 por ciento interanual, durante esta primera mitad del año, Argentina podría haber marcado un nuevo récord en volumen exportado superando las 460 mil toneladas y proyectar un potencial anual cercano al millón”.

Dólares

Un factor clave es que esto ocurre justo cuando hay un viento de cola en materia de precios para la carne vacuna. “En materia de precios, el contexto juega a favor, al menos morigerando las pérdidas”, resumió el Rosgan.

En concreto, en los últimos dos meses, los precios internacionales comenzaron a mostrar signos de fortalecimiento, alcanzando en junio un promedio ponderado de 4.582 dólares la tonelada, unos 500 dólares más en relación al piso de 4.000 dólares registrado en abril.

En términos interanuales, junio marca una recuperación del ocho por ciento respecto al mismo mes del año pasado (4.221 dólares), cuando la demanda mundial aún se encontraba muy debilitada por las restricciones impuestas por la pandemia.

En conclusión, Argentina en dos meses exportó 40 mil toneladas menos que las que podría haber embarcado si hubiera continuado la tendencia de abril, lo que a los valores actuales de la tonelada significa una pérdida de 180 millones de dólares.

Para el Rosgan, “este análisis de primer tiempo debería instar al gobierno a adoptar un cambio inmediato de juego. El mundo está transitando un período excepcional de firmeza en la demanda, escasez de oferta y una clara perspectiva de recuperación de precios internacionales del cual Argentina no puede ni debe quedar al margen de la escena”.

Fuente: Agrovoz