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Desarrollan un producto agropecuario que permite conservar el forraje

Se trata de un proyecto liderado por docentes-investigadores de la FIQ-UNL y Conicet, junto a la empresa Fragaria SRL, que se propuso desarrollar un producto nacional en su totalidad a partir de un proceso de conservación del forraje.

El proyecto “Escalado de la producción de un fermento láctico autóctono liofilizado para el mejoramiento de la calidad de ensilados”, se propuso desarrollar un producto nacional en su totalidad a partir de un proceso de conservación del forraje basado en una fermentación láctica del material vegetal.

La producción fue realizada por el Instituto de Lactología Industrial (INLAIN), de doble dependencia UNL y CONICET, y la empresa santafesina Fragaria S.R.L., coordinada por el socio gerente de la empresa, Ing. Rodolfo Mazzoni y el responsable coordinador científico – tecnológico, Dr. Jorge Reinheimer.

El equipo de investigación y desarrollo estuvo conformado por el Dr. Gabriel Vinderola, y las Dras. Ana Binetti y Patricia Burns, todos docentes-investigadores de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral. Cabe destacar que es uno de los cuatro proyectos de la Facultad de Ingeniería Química seleccionados en la convocatoria Innovación Productiva 2016 de la Agencia Santafesina de Ciencia, Tecnología e Innovación, dirigidos al desarrollo de nuevos productos y procesos productivos y a la mejora sustancial de los existentes.

Acerca del proyecto

El ensilado es un proceso de conservación del forraje basado en una fermentación láctica del material vegetal. El silo se destina a la alimentación del ganado bovino para la producción de leche y carne. Si bien la fermentación puede tener lugar por la actividad espontánea de la microbiota salvaje presente en el material utilizado, también puede inducirse y estandarizarse mediante inoculantes.

El empleo de estos productos evita la proliferación de microorganismos indeseables, micotoxinas y la producción de otros elementos indeseados redundando en una mayor calidad del alimento y estabilidad aeróbica.

La elaboración de silos permite obtener un alimento de alto impacto nutricional y alta receptibilidad a un costo relativamente bajo, garantizando la oferta de alimento para el ganado durante todo el año. A pesar del intensivo y creciente empleo de inoculantes en base a bacterias ácido lácticas (BAL), prácticamente todos los productos disponibles en el mercado argentino provienen del exterior. Por eso, contar con un producto 100% nacional, desarrollado por investigadores de la FIQ y del sector industrial argentino, es de suma importancia. Este producto podrá contribuir, en parte, a la sustitución de importaciones en el rubro de insumos agropecuarios.

En cuanto a la vinculación entre las partes intervinientes, Gabriel Vinderola manifestó que “la importancia es que hubo una interacción entre tres actores santafesinos: el Ministerio, la empresa y la Facultad. Fue un proceso que empezó con la confianza de la empresa en la FIQ mediante dos Servicios a Terceros y que luego, con el apoyo gubernamental, se hizo un proyecto más grande que terminó en un producto”.

De acuerdo a lo manifestado por Vinderola, “el beneficio para el grupo de investigadores no sólo fue el recurso económico y el paper publicado en una reconocida revista, sino también lo que aprendimos en el tema de escalado industrial de la producción, cosas que no vemos en el laboratorio y que pudimos lograr porque nos abrieron las puertas de la empresa con total confianza”.

Biosilo, un producto nacional

Durante el último trimestre del 2018 la firma Fragaria presentó formalmente la idea de “BIOSILO” a su red de distribución. Esta presentación “causó una buena impresión por ser un desarrollo nacional, con cepas 100 % naturalizadas y seleccionadas desde el ámbito productivo local, dado que los productos presentes en el mercado tienen, en su formulación, bacterias introducidas de Europa o Estados Unidos“, explicó el director comercial de la firma, Ing. Rubén Netcoff.

En cuanto a los resultados de este nuevo producto, Netcoff sostuvo que “debido a los cambios productivos, que incluyen el retraso de las fechas de siembra en maíz, se está picando y ensilando mucho más tarde que en otras campañas. Tendremos impresiones de su resultado a campo, de los establecimientos donde se utilizó BIOSILO, más adelante, cuando el recurso silo, sea abierto para el consumo animal“.

Respecto al mercado, explicó que “la variabilidad de los costos de los subproductos de la industria utilizados en nutrición animal y sus problemas de logística (basados en acopio en campo y suministro durante el año, donde muchas veces la combinación de lluvias y caminos rurales de zonas ganaderas, perjudican la entrega) revitalizan el concepto de la fabricación de reservas en el propio establecimiento, garantizando calidad del alimento y práctica disponibilidad“.

Cabe mencionar que la firma ya comercializó este producto en zonas ganaderas de Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, compitiendo de igual a igual con productos de grandes empresas multinacionales.